LHASA, 28 mar (Xinhua) — Representantes de diversos grupos étnicos y clases sociales se reunieron hoy jueves en la plaza del Palacio de Potala en Lhasa para celebrar el 60º aniversario de la campaña de reforma democrática en el Tíbet.
A las 10:00 horas, Losang Jamcan, director del Comité Permanente de la Asamblea Popular Regional Autónoma del Tíbet, declaró inaugurada tanto en tibetano como en mandarín la reunión de celebración, lo cual estuvo seguido de una ceremonia solemne de izada de la bandera nacional y del canto del himno nacional.
En marzo de 1959, el Gobierno central chino disolvió al Gobierno local aristócrata del Tíbet y liberó a más de un millón de siervos, convirtiéndolos en los amos de la nación y de la sociedad.
El Tíbet ha alcanzado logros históricos y experimentado enormes cambios desde la reforma democrática que comenzó hace 60 años, destacó Wu Yingjie, secretario del Comité de la región autónoma del Tíbet del Partido Comunista de China (PCCh), en un discurso en la reunión.
La reforma democrática destruyó completamente la servidumbre feudal de la teocracia, cambió las relaciones de producción del viejo Tíbet, rompió los grilletes del espíritu y la cultura feudales y liberó a la población local de la opresión de la política feudal.
La reforma democrática es un acontecimiento histórico importante en el desarrollo y en el avance de los derechos humanos del Tíbet, añadió Wu.
En los 60 años pasados, el producto interno bruto (PIB) del Tíbet ha crecido de 174 millones de yuanes (25,9 millones de dólares) en 1959 a 147.760 millones de yuanes el año pasado, lo que representa un incremento promedio anual de 9,5 por ciento, dijo Wu.
Se ha logrado un avance decisivo en el alivio de la pobreza. Más de 70 por ciento de los distritos pobres y 80 por ciento de la población en pobreza han sido sacados de esa condición, indicó Wu.
Además, el Tíbet fue la primera región en China en ofrecer educación gratuita durante 15 años, y la tasa de analfabetismo entre los jóvenes y personas de mediana edad ha descendido a 0,52 por ciento.
El seguro médico ha cubierto a la población entera del Tíbet y la expectativa de vida de los tibetanos se ha incrementado de 35,5 a 68,2 años, dijo Wu.
Penpa, un aldeano de la localidad Gurum del distrito Tohlung Dechen de Lhasa, asistió al encuentro como representante de las bases.
«Mi madre solía trabajar para un señor feudal. No tenía zapatos ni ropa suficiente que vestir. Ahora, vivimos en una casa de 400 metros cuadrados. Eso es un gran cambio», agregó.
Penpa solía trabajar en obras de construcción. El año pasado, empezó a trabajar como administrador en un puesto de entrega exprés de JD.com, donde gana 4.500 yuanes mensuales. «Siento que tenemos una buena vida», indicó.
Jamyang Sherab, un oficial del Ejército Popular de Liberación (EPL), dijo en la reunión que «mi familia presenció la reforma democrática. Como descendiente de siervos en el antiguo Tíbet, me convertí en oficial del EPL y fui elegido como diputado de la Asamblea Popular Nacional y miembro del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino de forma sucesiva».
Seis kilómetros al este del Palacio de Potala se inauguró hoy jueves un espacio conmemorativo que marca la emancipación de los siervos.
El salón conmemorativo, con una área de exhibición de 3.500 metros cuadrados, muestra 165 documentos históricos, 299 objetos, 331 imágenes y cuatro grandes escenarios relacionados con la reforma democrática en la región, reflejando la oscuridad, el atraso y la barbarie del viejo Tíbet, así como los grandes cambios que han tenido lugar en el nuevo Tíbet socialista.
En 2009, el órgano legislativo regional declaró al 28 de marzo como el día para conmemorar la emancipación de un millón de siervos, que representaban 90 por ciento de la población de la región en ese momento.
Este jueves se llevaron a cabo varias celebraciones en el Tíbet.
Una gran celebración, que incluyó la izada de la bandera nacional, el canto del himno nacional y espectáculos, tuvo lugar en la aldea Kesum de la ciudad de Shannan.
Después de observar una obra titulada «Lágrimas de los siervos», dirigida y actuada por los aldeanos, el anciano Dawa comentó que «antes de la reforma democrática, los propietarios de los siervos nos golpeaban a su voluntad y no nos daban de comer. Ahora tenemos una buena vida».
En el distrito de Lhozhag, más de 500 tibetanos vestidos con trajes tradicionales portaban banderas nacionales al asistir a la ceremonia de celebración.
«Hace 60 años, el EPL nos rescató de la opresión de los señores feudales y nos envió comida y té», comentó Chojor, de 68 años de edad. «Desde entonces, tuvimos esperanzas en nuestra vida».
Ahora, Chojor lleva una vida feliz, y el ingreso total de su familia ascendió a 80.000 yuanes el año pasado.
«China impulsa la construcción de aldeas prósperas a lo largo de la frontera del país. Estamos construyendo una nueva casa y nos mudaremos a ella en septiembre», indicó Chojor. Fin
2019-03-28 23:17:38