SANTO DOMINGO, el 11 de enero de 1586, el pirata inglés Francis Drake comenzó a desembarcar con sus hombres en Haina, para continuar la marcha hacia la ciudad de Santo Domingo al amanecer del día siguiente.
El 11 de enero de 1586, los residentes en Santo Domingo vivieron un ambiente de inquietud, porque las naves de Drake fueron vistas en la mañana en la zona de Punta Caucedo y luego se desplazaron frente a la ciudad.
Los vecinos de Santo Domingo sentían preocupación porque sabían se trataba de embarcaciones de personas enemigas.
Francis Drake siguió su marcha hasta Haina y desembarcó en la noche. Allí pernotó con sus hombres y al amanecer iniciaron la marcha a Santo Domingo.
A pesar de lo impresionante de los recursos de Francis Drake, una versión histórica da cuenta de que un grupo de los hombres de más valor trataron de enfrentar la situación.
El pirata inglés y su comitiva lograron ocupar la ciudad de Santo Domingo de manera fácil.
Un documento de la época dice que “salieron treinta hombres de a caballo de la ciudad a hacer rostro al enemigo, mientras las mujeres salieron fuera de la ciudad. Salieron todas, aunque sólo con lo que tenían vestido”. (sic)
Otra versión indica que “pusiéronse asimismo precipitadamente en cobro el pusilánime capitán general y presidente Cristóbal de Ovalle, llevándose el oro, las cosas de plata y las joyas”. (sic)
Al tomar la ciudad de Santo Domingo, los ingleses se alojaron en la Catedral de Santo Domingo y llevaron a cabo el saqueo durante 30 días.
La primera información de que la flota de Francis Drake, estaba en el mar Caribe, se conoció en Santo Domingo el 10 de enero de 1586.
Francis Drake contaba con el apoyo de la Reyna Isabel I, de Inglaterra, quien le dio respaldo financiero y político para que saliera a “castigar al Rey de España en sus Indias”, como se denominaban en aquella época las tierras americanas.
La reacción de Inglaterra contra España se produjo luego de que una flota del marino y comerciante inglés John Hawkins fue destrozada por otra española, en un incidente ocurrido frente a las costas de San Juan de Ulúa, en México.