Canberra, 21 nov (Prensa Latina) El primer ministro australiano, Scott Morrison, negó hoy el vínculo de sus políticas climáticas con los incendios forestales que asolan al país hace semanas.
Sus declaraciones tuvieron lugar después de semanas de negarse a hablar sobre la relación entre el cambio climático y los incendios catalogados sin precedentes, según los servicios de emergencia de la nación oceánica.
‘La sugerencia de que las emisiones de carbono de Australia, que representa el 1,3 por ciento a nivel mundial, está impactando directamente en eventos de incendios, no tiene evidencia científica creíble’, indicó a la radio Australia Broadcasting Corporation.
El líder conservador insistió en que su gobierno estaba haciendo lo suficiente para combatir el calentamiento global como parte de la respuesta al cambio climático, aunque no mencionó las medidas y trató de enmarcar el problema como una preocupación mundial.
Desde septiembre comenzó una temporada de incendios inusualmente temprana en las regiones afectadas por la sequía en el este del país y actualmente se registran más de 110 focos de incendios aún sin contener.
Los incendios forestales a lo largo de la costa este de Australia han consumido casi 140 mil hectáreas, mientras una densa neblina a causa del humo cubre la ciudad de Sydney y cientos de personas permanecen evacuadas o sin electricidad.
Según los científicos, la temporada de incendios en Australia se está volviendo más extrema a medida que el cambio climático empuja las temperaturas más altas y elimina la humedad del medio ambiente.
La sequía, las condiciones inusualmente cálidas, secas y ventosas han alimentado los incendios y se cree que muchos de esos factores empeoran con el aumento de las temperaturas globales.
Sin embargo, el gobierno de Morrison se desmarcó del acuerdo sobre el enfrentamiento al cambio climático para frenar los combustibles fósiles y reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, durante la declaración final del Foro de las Islas del Pacífico, en agosto pasado.
Canberra negó su participación en la eliminación gradual de la minería del carbón y las reducciones de emisiones de carbono a la atmósfera antes de 2050.
Además, el líder del gobernante Partido Liberal, en ese momento, admitió que el cambio climático es real pero agregó que el problema puede gestionarse sin penalizar el modelo económico de Australia, muy dependiente de su industria minera, sobre todo del carbón.
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2019-11-21 12:08:49