El presidente Rómulo Betancourt tras recibir asistencia médica.
La explosión de 100 kilos de dinamita volcó e incendió el auto que iba delante y el del presidente venezolano, Rómulo Betancourt resultando muertos el coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la Casa Militar, un segundo oficial y el chofer del Jefe del Estado.
Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
Washington, DC.- El 4 de enero de 1962, la Organización de los Estados Americanos (OEA), aprobó una resolución en virtud de la cual levantó las sanciones que existían contra la República Dominicana.
La OEA había dictado una resolución que aisló a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, de los Estados miembros del organismo interamericano en represalia por el atentado que patrocinó el régimen contra el Presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, quien sufrió lesiones de cuidados al ser impactado por una bomba incendiaria.
Con la resolución de la OEA quedaron restablecidas las relaciones del organismo interamericano con la República Dominicana.
El dictador Trujillo fue asesinado el 30 de mayo de 1961 y en noviembre comenzó un proceso denominado de “Destrujillización”.
El atentado
El atentado contra el presidente Betancourt fue perpetrado el 24 de junio de 1960, el día que Venezuela conmemora la Batalla de Carabobo. Cuando se produjo el hecho iba en su automóvil con su comitiva tras salir del Círculo de Oficiales de la ciudad de Ávila. Al pasar frente a un carro Oldsmobil, aparcado en la avenida de las Fuerzas Armadas fue accionada la bomba de alto poder explosivo que había sido colocada dentro del vehículo.
La explosión de 100 kilos de dinamita volcó e incendió el auto que iba delante y el del presidente venezolano, resultando muertos el coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la Casa Militar, un segundo oficial y el chofer del Jefe del Estado.
Un informe indica que Betancourt salió de entre las llamas de su vehículo con la cara y las manos llagadas por el fuego. En su lecho acusó al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo de ser el autor intelectual del atentado y anunció que el embajador de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos, formalizaría la acusación contra el dictador de República Dominicana.
También acusó al dictador Trujillo de violar los derechos humanos, matar a los expedicionarios del 14 de junio de 1959 y de la represión de los opositores a su régimen.
El Consejo de la OEA designó una comisión investigadora que viajó a Caracas y luego a Santo Domingo y Haití. El informe de la comisión fue presentado en la VI y VII Reuniones de Consultas de Ministros, celebrada en San José, Costa Rica. Y el 20 de agosto de 1960 la VI Reunión de Consultas dictó la resolución contra la República Dominicana.
El 24 de junio de 1960, el día del atentado, el presidente dominicano era el general Héctor Bienvenido (Negro) Trujillo Molina, hermano del dictador Trujillo, quien renunció el 3 de agosto de 1960, y fue reemplazado por el vicepresidente Joaquín Balaguer, lo que fue calificado como una estrategia de Trujillo para evitar las sanciones y dejar la impresión de que abandonó el poder.
El Dictador también renunció a la jefatura de las Fuerzas Armadas y anunció su retiro de la política para dedicarse a dirigir la Hacienda Fundación, en San Cristóbal, pero tras las sanciones movilizó su maquinaria política nacional e internacional, y montó movilizaciones de sus parciales.
Una de las actividades trujillista fue bautizada como la marcha del millón, y una conferencia de abogados internacionales.
Betancourt, fue un crítico permanente de Trujillo y ofreció la hospitalidad venezolana a los exiliados políticos dominicanos. En septiembre de 1948, durante una Cumbre de la OEA en Washington, Betancourt denunció a la dictadura trujillista y pidió a los países miembros del organismo interamericano no reconocer su régimen dictatorial.
De acuerdo con versiones publicadas, el Dictador Trujillo intentó asesinar a Betancourt en más de una oportunidad. La primera vez fue en Costa Rica, en 1953.