Mi Voz

Tragedias en Navidad que dejan huellas 

Por Mario Antonio Lara Valdez 

La época más feliz del año es la Navidad, en ella, familias, amigos y visitantes se confunden en uno solo, al unirse en un abrazo de amor fraternal, cariñoso y de esperanza, logrando dar respuesta al significado de la esencia espiritual y religiosa de la festividad  de fin de año:  compartir el pan, acuñar amor en nuestros corazones.  

Pero, cuando en esta época de Navidad, se produce la muerte de un ser querido, es difícil superarlo, aunque estemos sonriendo y abrazando dentro de nuestros corazones brotan lágrimas y preguntas, que muchas veces no tienen respuestas aunque entendemos la ley de vida: vivir y morir . 

En estas fechas: tiempo de encuentros  familiares  y de amistad; de cenar en unión familiar, es justo en estas reuniones que, nos encontramos con las sillas vacías. Esas que permanecen así, al bendecir los alimentos y al dar gracias al Padre Todopoderoso. 

Solo nos queda invocar una oración por nuestros seres amados; mostrar una sonrisa de resignación y  por qué no, dejar correr lágrimas de tristeza, de añoranza, de sangre, en nuestro interior.  

Esos asientos vacíos cada diciembre, rememoran tragedias y partidas al más allá, de personas amadas, ! y eso duele!, pues somos seres humanos; de carne y huesos; imperfectos; que deseamos seguir viendo y abrazando físicamente a nuestros seres amados que se fueron en algún accidente fatal o por una enfermedad crónica.  

!Dios mio tu sabes que somos imperfectos, por tu amor,  responde nuestras preguntas, danos consuelo, para que estas lágrimas sean de felicidad y no de dolor o congoja cada diciembre, cada Navidad!.  

Estas líneas  escritas entre lágrimas, las dedico a todas las personas que han perdido algún familiar o amigo-a,  en esta época tan importante que la humanidad, celebra el nacimiento de Jesús. Les ofrezco mis abrazos fraterno.