El día que José Núñez de Cáceres proclamó la independencia del Santo Domingo Español
SANTO DOMINGO, el 1 de diciembre de 1821, el licenciado José Núñez de Cáceres hizo pública su declaratoria de independencia. En sus primeras palabras proclamó el fin de la dependencia de la colonia de Santo Domingo a España.
“No más dependencia, no más humillación, no más sometimiento al capricho y veleidad del Gabinete de Madrid”, expresó y sostuvo que en esas breves “y compendiosas cláusulas está cifrada la firme resolución que jura y proclama en este día el pueblo dominicano. Rompió ya para siempre desde este momento los gastados eslabones que lo encadenaban al pesado y opresivo carromato de la Antigua Metrópoli, y reasumiendo la dignidad y energía de un pueblo libre protesta delante del Ser Supremo, que resuelto a constituirse en un Estado Independiente no habrá sacrificio que no inmole en el altar de la Patria para llevar a cabo la heroica empresa de figurar y ser admitido al rango y consideración de los demás pueblos libres del mundo político”.
Proclamó que “la parte española de la República de Haití queda desde este día constituida en un Estado libre e independiente: que el buen pueblo dominicano ni ahora, ni en adelante, ni nunca se someterá a las leyes y Gobierno de España, considerándose absuelto de toda obligación de fidelidad y obediencia: que revestido de la dignidad y carácter de nación soberana, tiene un pleno poder y facultades para establecer la forma de Gobierno que mejor le convenga, contraer alianzas, declarar la Guerra, concluir la paz, ajustar tratados de Comercio, y celebrar los demás actos, transacciones y convenios que pueden por derecho los demás pueblos libres e independientes”.
José Núñez de Cáceres en su declaratoria de independencia el 1 de diciembre de 1821 dejó claro que si España reconociera y aprobare la declaración de Independencia “será habida y reputada como amiga, pero si la impugnare o por cualquier vía y modo pretendiere estorbar nuestras instituciones y la marcha del nuevo Gobierno “en que vamos a entrar, sabremos defenderlo con nuestras vidas, fortuna y honor. !Viva la Patria, Viva la Independencia, Viva la Unión de Colombia”.
En la declaratoria de Independencia consideró que “El ignominioso pupilaje de 328 años es ciertamente una lección demasiado larga y costosa, que a todos desengaña por sí sola y sin mayor esfuerzo del ninguna, fruto que se ha sacado de la fanática lealtad a los Reyes de España. Con este falso ídolo, levantado por el error, y sostenido por una superstición política, se había logrado aletargar el espíritu, y burlarse de la credulidad de un pueblo naturalmente bondadoso y sencillo”.
Resaltó que “Ser fieles a España, aguantar con una paciencia estúpida los desprecios de la España, no vivir, no moverse, no ser para nosotros, sino para la España, era todo y lo único en que hacíamos construir nuestra felicidad, la fama de nuestras virtudes y la recompensa de los más distinguidos servicios”.
El licenciado José Núñez de Cáceres advirtió:
“Si hay todavía entre nosotros almas tan bajas y vendidas al servilismo, que se atrevan a contradecir estas verdades de experiencia, vuelvan por un instante sus fascinados ojos al espantoso Estado de ruina y desolación en que yace sumida la parte española de la Primada del Nuevo Mundo”.
José Núñez de Cáceres proclamó la Independencia bajo el protectorado de la Gran Colombia, pero no logró el apoyo que esperaba porque el prócer Simón Bolívar no se lo ofreció.
En ese momento en el Santo Domingo Español había una parte de la población que abogaba porque el territorio del Este se sumara a Haití.
El Movimiento era alentado por el Presidente haitiano Jean Pierre Boyer. Por ello, al no recibir el apoyo de la Gran Colombia el licenciado José Núñez de Cáceres se vio obligado a desistir de su proyecto.
Esa circunstancia posibilitó la ocupación haitiana que se inició en el año fue 1822 y terminó el 27 de febrero de 1844, cuando fue proclamada la República Dominicana.