El proyecto de ley fue sometido por el Presidente de la República, Joaquín Balaguer. Fue aprobado a la 1:10 minutos de la tarde del 23 de noviembre de 1961.
Por Héctor Tineo Nolasco
Diariodominicano.com
SANTO DOMINGO, el 23 de noviembre de 1961, el Congreso Nacional convirtió en ley el proyecto en virtud del cual fue restaurado el nombre de la ciudad de Santo Domingo, que había sido cambiado en 1936 por el de ciudad Trujillo, en honor al dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.
La pieza había sido sometida por el Presidente de la República, Joaquín Balaguer. Fue aprobado a la 1:10 minutos de la tarde del 23 de noviembre de 1961.
En ese momento en la República Dominicana se vivía un proceso que fue denominado como de “Destrujillización”.
La iniciativa fue aprobada a unanimidad y los legisladores expresaron su voto de pie a petición del diputado Rafael Estrada Martínez.
El proyecto ley disponía que a la ciudad se le devolviera su nombre original de ciudad Primada Santo Domingo de Guzmán, pero los senadores y Diputados coincidieron en que la ciudad nunca se llamó así y le quitaron el apellido de Guzmán.
El licenciado Alberto García dijo que estudió el asunto y que consultó al historiador César Herrera Cabral, con quien se enteró de que la capital dominicana “jamás había recibido oficialmente el nombre de Santo Domingo de Guzmán, sino Santo Domingo a secas”.
La idea de cambiar el nombre a la ciudad de Santo Domingo, por el de Ciudad Trujillo fue del senador de Santiago, Mario Fermín Cabral, uno de los principales colaboradores del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Sostenía el criterio de que “el pueblo de Santo Domingo, primero, y la nación entera, después, deseaban que a la vieja ciudad se le diera el nombre de su reconstructor insigne”.
Mario Fermín Cabral, en un acto celebrado en la ciudad de Santiago de los Caballeros, en la sociedad Amantes de la Luz, el 12 de julio de 1935, pidió que se rindiera a Trujillo un homenaje nacional, consistente en el cambio de nombre de Santo Domingo por el de ciudad Trujillo.
Al reseñar el acontecimiento el periodista y escritor Ramón Marrero Aristy, escribió:
“La nación se adhirió en forma unánime a esta proposición del senador Cabral, y en todo el país se realizaron diversas manifestaciones en apoyo al trascendental proyecto”.
Al reaccionar en torno a la iniciativa, aunque agradeció el gesto, el Presidente Trujillo, la rechazó y dijo que una de sus más caras aspiraciones de patriota y gobernante es la de mantener la Nación dominicana íntimamente vinculada a sus gloriosas tradiciones, que constituyen las páginas más interesantes de la civilización del Nuevo Mundo”, pero la idea de Mario Fermín Cabral terminó convertida en Ley.
La ciudad de Santo Domingo llegaría a ser Ciudad Trujillo.
El día 9 de enero de 1936 el Congreso Nacional aprobó la ley que cambio el nombre de ciudad de Santo Domingo por el de “Ciudad Trujillo como una decisión de gratitud al gobernante que la había transformado, y que conducía victoriosamente al país por la vía de la prosperidad”.
La ley fue promulgada el 11 de enero de 1936 por el Vicepresidente Jacinto B. Peynado.
Mario Fermín Cabral tenía su origen en una familia vinculada a la política. Su abuelo Buenaventura Báez fue cinco veces presidente de la República.
El 23 de febrero de 1930 cuando estalló el Movimiento que lideraban Trujillo y el licenciado Rafael Estrella Ureña, Mario Fermín Cabral se encontraba en el grupo de colaboradores del Jefe del Ejército, general Trujillo.
Trujillo renunció a su carrera militar para presentarse como candidato presidencial en las primeras elecciones después del golpe de Estado contra el Presidente Vásquez.
Fue declarado ganador en unos comicios antecedido por una campaña de represión que provocó el retiro de la oposición y la renuncia de los miembros de la Junta Central Electoral.
Trujillo tomó posesión de la Presidencia de la República el 16 de agosto de 1930.
Mario Fermín Cabral fue electo senador por la provincia Santiago y trabajó como un legislador al servicio del Dictador Trujillo.