Mi Voz, Portada

¿A quiénes botar del gobierno?

diariodominicano.com

Oscar López Reyes

Santo Domingo, R. D., 16 de noviembre, 2021.- El funcionario del Palacio Nacional, Cañete Magallanes, desde hace más de 10 años ha sido un abinaderista enfermizo. El6 de julio del 2020 le informé que iba a saludar a Luis por su triunfo electoral, y me preguntó: ¿A cuál Luis?, y cuando le complementé el apellido: Abinader, se quejó: ¿Qué pasa…?. Luis NO -enfatizó- el Señor Presidente de la República. Y después de la juramentación le pedí auxilio para reponer a una pariente suya que había sido desvinculada del gobierno, y me contestó: ¡Dile que siga dando golpes de barriga, en la patana, con El Penco!  

Al advertirle que, con el despido, su familiar próximo pasará hambre, Cañete Magallanes replicó: ¿Y cuántos años ella estuvo saboreando puré de papa y los perremeistas torcidos del hambre? ¿No crees tú justo y equilibrado que ahora se vuelque la torta: que los perremeistas coman bien y los peledeistas pasen hambre? Unas van de cal y otras de arena, argumentó, mirándome fijamente y sin espabilar.

Por lo visto, el viejo amigo de confianza piensa más en el presidente Luis Abinader Corona que en su empleo oficial, como lo demuestra en una conversación casual en su despacho palaciego. La fidelidad y la sinceridad les destilan por los poros, encaramado en el tinglado más puntiagudo. Las presiones hasta la boca le han enroscado, y ya no encuentra qué decirles a los militantes que se fajaron. “Mejor decirles la verdad, y no dejar de responderles las llamadas”, matizó, rascándose los fondillos.

Al periodista mostró gráficos en barras con los colores morado (PLD), blanco/azul (PRM), verde (FP), blanco (PRD) y rojo (PRSC) en los que aparecen los porcentajes de los miembros/simpatizantes de los más diversos departamentos de las instituciones oficiales, incluyendo encargados de compras de la anterior administración, que continúan como enclaves de corrupción. En la mayoría, el PLD acapara los cargos/empleos, y en varias alcanza hasta el 90%, como el Ministerio de Turismo y Aduanas, y el PRM menos del 10%.

Cañete Magallanes desliza los órganos visuales hacia el suelo, como si el sector Abinader dentro del Partido Revolucionario Moderno (PRM) diera vueltas en la estrella de un circo, a 10 metros de altura, en una especie de acrobacia, con la lengua pa’fuera y el estómago en un bolsillo. Teme que, en el rodaje circense, resbale la correa y ya, sin maniobra, caiga sin un hálito de existencia proselitista.

Frotándose los ojos, refiere que “la cúpula del PLD convirtió en un bastión élite -cobijada por hijos de papi y mami con salarios de lujo- el Banco Central, la Superintendencia de Bancos, el Banco de Reservas, la DGII, Aduanas, el Ministerio de Turismo, el Ministerio de la Juventud, la Superintendencia de Valores y la Superintendencia de Seguros, y otras circundantes. En la mayoría de estas instituciones sus correligionarios permanecen en sus puestos, bajo el argumento de que son técnicos”.  

Cañete Magallanes afirma que peledeístas se protegen irregularmente en la carrera administrativa, boicotean la gestión gubernamental y filtran informaciones claves, como ocurre en el Poder Judicial, que provocan depresión a sus propios compañeros, y hasta suicidios.

La principal preocupación de este servidor público no es que la Chilindrina esté viva o muerta, ni que Omega cante merengue de calle, ahora más tranquilo con la psicoterapia para el manejo de la ira.  Tampoco la corrupción, Haití, la Covid-19, la inflación derivada de esta pandemia, la deuda externa ni el cambio climático, sino la próxima convención electiva del PRM. Y, con sus gestos y su contemplación penetrante, indica que Abinader encarna la antítesis y la solución de estos fenómenos. Para buen entendedor, pocas palabras bastan…

Y, sin querer decirlo, lo dijo: sin la militancia con la moral en alto y activada, a favor de Abinader, todos los esfuerzos gubernamentales hechos se irán a la porra con un batacazo convencional en sus costillas. Dejó entrever que hay, por lo menos, cuatro que están barrenando, como los hormigones, tratando de captar el disgusto interno. 

–          Y, ¿cómo evitar que ese puñetazo haga que en la convención se lleven a tu jefe en parihuelas?

–          Sencillo: integrando a los perremeistas al gobierno, para fortalecer su mayoría. No se lo van a llevar, pero lo pueden hacer pasar un mal rato.

–          Pero, ¿no hay sillas desocupadas?

–          Los espacios se ocupan, desocupándolos, contestó.

–          Dígame el mecanismo para rehuir al revoltijo:

En el borbollón de sus locuciones, Cañete Magallanes respondió que ministros y directores generales nombrados por el Presidente se cogieron la casi totalidad de los cargos para amigos y familiares, y para confirmaron y reciclar a peledeistas. Y mientras eso acontece, puntualiza, está jalando aire la base del partido, que sepultó a un potencial candidato presidencial del PRD, por expresar -jactanciosamente- que la base es para pisarla.

“Entonces”, opina sin tapujos, “si queremos buscar espacios para los perremeistas, lo más ecuánime sería quitar la mayor cantidad de esos altos funcionarios (especialmente a los denominados blanquitos). Y tanto los nuevos como los viejos titulares asumirán el compromiso de desprenderse de la mitad de los vice-ministros, sub-directores y encargados de departamentos, divisiones y unidades gubernamentales, que no trabajaron por el triunfo y están haciendo bultos, dizque porque son técnicos”.

¿Aumentar la nómina, como hizo Josefa Castillo Rodríguez en la Superintendencia de Seguros?

–          No contesta.  

El abinaderista empedernido no se rasca la cabeza, como tampoco los fondillos. No ojea el techo, ni el reloj. Bebe agua -eso sí- y, sin rodeos ni vacilación, expone que con estos funcionarios llegarían perremeistas a su gobierno.

Exhibe una prudencia inusual, y mide -palmo a palmo- sus palabras. Enjuicia que al presidente le conviene, para desarmar a los enemigos internos y externos, marginar del tren administrativo a uno de los consanguíneos -implícitamente encasilla a padres/hijos, hermanos y esposos-  y a los cuestionados que provocan ruidos en la opinión pública.

Este pretensioso matafuego combina la vehemencia con el razonamiento lógico: “Creo que el presidente ha cumplido, en gran parte, los compromisos contraídos con sectores que le respaldaron, y si los excluye a mitad de camino no debe interpretarse como un incumplimiento, sino como circunstancias agravantes a las que es ajeno. Y si son comprensivos, ayudan….”.

Cañete Magallanes estima que internamente el presidente tiene el juego trancado –“esto no lo entienden los compañeros”, y ha de desenlazado a más tardar en enero, porque el PLD se blindó con la carrera administrativa. Actualmente, el Ministerio de Administración Pública –“lleno de peledeistas agazapados-, ayuda poco”.

El amigo de confianza no quiso que su nombre trascienda, ni que el Presidente se entere de su opinión, no vaya a ser cosa que se moleste, porque quizás no comprenda que la emite a su favor, en perspectiva de la próxima convención del PRM. El periodista opinante le señaló que no podía dejar de difundir los datos de esa entrevista informal, le prometió ponerle un seudónimo (Cañete Magallanes) y guardar el secreto profesional consagrado en el artículo 49 de la Constitución. El sabe perfectamente que, aún con una pistola sobada puesta en la sien por altos mandos militares, su adicto incumplirá este principio ético/periodístico y constitucional.  

Y tenía que divulgarla para que sirva de termómetro, en un toque de sirena y rayo de luz para mansos y cimarrones. Altos funcionarios sabrán cómo ceder a sus acaparamientos, para que morados preparen las maletas para bajar, el día menos esperado, por el túnel de la desvinculación, y los perremeistas alimenten la esperanza del disfrute del poder a través de empleos en el Estado.  

Ja, ja, ja….¡qué palo periodístico!, y qué título más curioso, entretenido, preventivo y provocativo: ¿A quiénes botar del gobierno? ¡Adivina, adivinador, quiénes serán…! 

Oscar López Reyes
Periodista-mercadólogo, escritor y artículista de El Nacional,
Ex Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas

16 de noviembre de 2021.