La verdad es que lo ocurrido en el Municipio de Licey al Medio de Moca, especialmente en San Víctor, La Reina y Las palomas el pasado viernes 11 de noviembre, es para indignar a los/as que la sufrieron y a quienes nos enteramos de lo acontecido ese día: una de las represiones más brutales de los últimos tiempos.
Bombas lacrimógenas, armas de guerras, disparos, ametralladora de gran calibre, allanamientos en la mayoría de las viviendas, atropellos, numerosos heridos y más de 100 arrestados.
¡Terror policial bajo la nueva jefatura del general Alejandro THEN.
Todo por un paro de actividades demandando la construcción de la carretera de Los Rieles demandada desde hace 31 años, camino vecinales, iluminación, hospital municipal, protección ambiental, construcción de puentes, acueducto, sistema cloacal, asfaltado, terminación de escuela y cancha deportiva.
Estos problemas fueron comunicados al Presidente Abinader el 2 de noviembre, solicitando respetuosamente la presencia de autoridades nacionales para palpar lo que acontece en esas comunidades y entender el estado de desesperación de la población y la indignación que la embarga, luego de tantos incumplimientos.
La carta fue firmada por el Comité de lucha de San Víctor, el Frente de Lucha popular (FLUP), el Frente amplio de Lucha Juvenil (FALJUD), la Junta de Vecinos de Los Rieles y el Frente de Lucha de Las Palomas, quienes ante la indiferencia presidencial convocaron el paro, recibiendo un respaldo total.
La respuesta fue intentar disolver la protesta a base de terror y al no lograrlo, las autoridades civiles se vieron forzadas a negociar comprometiéndose a solucionar los reclamos en plazos preestablecidos.
De toda manera cunde la desconfianza y la indignación.
Este hecho represivo indica -sobre toda por las armas empleadas y el terror desplegado- que la línea de “mano dura, ley, orden y macana”, de corte neofascista, copiada de Colombia, EU, Chile y Honduras, se está aplicando con una intensidad mayor que en tiempos pasados; lo que muestra lo funesto que puede resultar una supuesta “reforma policial” bajo asesoría de la USAID y de las criminales policías colombiana, chilena y hondureña: anunciada por el Presidente Abinader y el Ministro del Interior y Policía, Chú Vasquez, y alabada por la llamada “Primera Dama”.
Se confirma también que el nuevo jefe o director de la PN, de larga y cruel trayectoria represiva en la Región Norte, es una designación a la medida del Terror de Estado previsto para contrarrestar el descontento que se acumula en esta sociedad; dada la farsa que representa un supuesto cambio que ha optado por darle más poder a los multimillonarios y mayor posibilidad de intervención de EE.UU en los asuntos policiales y militares en su fase de decadencia agresiva y de imposición de un neoliberalismo más endurecido.
Ante esta perspectiva, procede la mayor firmeza posible de los movimientos sociales en lucha, junto a la necesidad de una determinación política del conjunto de fuerzas transformadoras de impulsar un Proceso Constituyente que ponga fin a la negación de los derechos y del poder de decisión de nuestro pueblo, históricamente abusado por una partidocracia, un generalato y una elite capitalista voraces e insensibles.
Por la Coordinación Central del Movimiento Caamañista-MC:
Narciso Isa Conde