POR FELIPE REYES
Desde que el alcalde del municipio de Santiago de los Caballeros Abel Martínez Durán, asumió en el 2016 su primer mandato en el ayuntamiento, ha demostrado con hechos muy palpables que es uno de los pocos políticos en la República Dominicana que verdaderamente defiende la patria, lo que le ha valido el mote del «alcalde nacionalista» .
Los últimos pronunciamientos de este líder natural y bien formado en el velo político dominicano a propósito de lo que está aconteciendo en el vecino país de Haití, es una muestra de que solo él está hablando como se dice en el argot popular, claro y pelao, quizás más que el propio presidente de la república.
Mientras el gobierno perremeísta minimiza el problema haitiano con declaraciones triviales, Abel Martínez, opina de forma contundente, que dicho problema no debe ser tomado como lo habitual, por representar una amenaza para el país, sobre todo con la cantidad de ciudadanos haitianos ilegales que tenemos.
Apoyamos las recientes declaraciones de quien se perfila como seguro candidato a la presidencia del PLD en la próxima contienda electoral, en el sentido de que el gobierno que encabeza Luis Abinader, le está preocupando más los estudiantes haitianos, más que la propia seguridad nacional, como les preocupa a Abel Matínez, al igual que a muchos políticos opositores a quienes les duele la patria.
Un punto muy neurálgico y que también fue tocado por Abel, en una de sus declaraciones a los medios de prensa, es sobre las facilidades con que estos individuos penetran a territorio dominicano, amparados por mafias que circundan en todas partes, ubicándolos hasta en trabajos sin ser molestados por las autoridades competentes , siendo estos contratados por funcionarios y empresarios inescrupulosos y explotadores.
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que de ganar Abel Martínez la presidencia de la República y por el trabajo que viene realizando desde la alcaldía, demostrando que en realidad es un nacionalista, el país tendría otro rumbo en el 2024 ya que es el único político y aspirante, que habla claro y con fuerza sobre la situación de Haití, esto debe tomarse muy en serio porque se está jugando la soberanía y punto.
EL AUTOR ES DIRIGENTE DEL MOVIMIENTO MASS.