Cultura

CAMINAR JUNTOS

Por Víctor Corcoba Herrero

Escritor

(Si caminar es aprender a convivir, vivir es aprender a amar; y, cuando todo esto se hace de corazón, se fecundan los sueños)

I.- EN COMUNIÓN

Cada camino sobrelleva un trajinar único,

como únicos son también sus moradores,

pero con una idéntica esperanza interna,

la de hacer familia y crear redes de unión,

mediante la alianza que emana del pecho.

El alma, siempre el alma nos conmueve,

nos pone en lúcido movimiento a pensar,

y nos dispone a sentir la luz de la unidad,

que encuentra sus raíces más profundas,

en el donarse amando y en el quererse.

Es el niño al que eternamente volvemos,

quien nos concilia con nosotros mismos,

como es Jesucristo quien nos reconcilia

con el Padre y nos une entre nosotros

bajo el fiel espíritu de bondad y verdad.

II.- EN PARTICIPACIÓN

Si la vida es un inmortal cauce de deseos,

vivir es una llamada a desvivirse por vivir,

a tomar parte de la escucha más profunda

y respetuosa junto a los demás, para crecer

interiormente y decrecer en el aislamiento.

Que nadie se aísle en su insensible pedestal,

que valore los dones que le fueron asignados,

que movilice los pulsos y asimile sus  pausas,

que siembre anhelos y recoja sus espiraciones,

para digerir los momentos y dirigir periodos.

Tomemos energías conjuntas cada mañana,

aseguremos con fijeza y certeza la inclusión

de los que son y están en las orillas del ser,

o de los que se sienten excluidos del gran sol

de justicia, el que reporta salud en los andares.

III.- EN MISIÓN

Uno, que existe para cohabitar y ser mejor,

nunca para concentrarse sólo en uno mismo,

sino para cederse y testificar el puro amor,

ese que todo lo parte y lo comparte y exime,