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Por Eleanor Grimaldi Silié
Santo Domingo, R. D., 1 de noviembre, 2021.- A Don Marcos Rodríguez lo conocí en los años 90, cuando él en su visión para favorecer al sector Agua, ideó la formación de un Liceo de carácter técnico para formar jóvenes de ambos sexos para trabajar en el fortalecimiento del agua potable y saneamiento. (APS).
En el año 1995 me llamó para que colaborara con ese proyecto, y entonces me tocó ofrecer mi servicio docente para formular algunos de los objetivos del liceo, y supervisar a los primeros maestros que ejercieron docencia en el mismo. Como también, documentarme sobre un programa que él llevaba a cabo desde la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, con niños y jóvenes escolares que él llamó: Los vigilantes del agua.Este programa me cautivó como ciudadana y como escritora, y decidí apoyarlo con una producción literaria que contribuyera a complementar la educación de los escolares sobre el buen uso del agua.
Ese programa de los vigilantes del agua, consistía en darles orientaciones sobre el proceso de purificación del agua desde su salida de los ríos, y el valor del proceso, y así aprendieran todos los pasos que sigue la potabilización del agua y el manejo de las aguas residuales.
El programa me motivó a escribir un cuento dedicado a los niños para educarles en la preocupación del cuidado del agua, relacionado con la labor de Don Marcos, y escribí: “Gotita de agua”, el que de forma amena les enseña a los niños el valor de una gota de agua, por lo que no deben desperdiciarla y siempre cuidarla. Entre los personajes elegidos para la trama, fueron precisamente “Los Vigilantes del Agua”, nombre que había adoptado Don Marcos para titular el programa de la CAASD.
Ya antes en los años 70, había escuchado a mis primos hablar de don Marcos Rodríguez cuando laboró como apoyo a la creación de una Escuela por correspondencia, adscrita a la Academia Renacimiento, junto a mi extinto tío el Dr. Fernando Silié Gatón, creador de la misma. En los años 70 en esta escuela, Don Marcos junto a Victor Koury, Luis Gómez, Enrique Corporán, Enrique Silié y otros profesores, diseñaban y elaboraban los cuadernillos para hacer llegar los contenidos curriculares de las asignaturas de bachillerato, a los estudiantes que tomaban clases por correspondencia. Este programa tuvo recepción a nivel nacional.
Don Marcos era un hombre muy leído, con una vasta cultura, con un dominio de las matemáticas, especializado en el tema del Agua y también poseía una vasta cultura general. Según uno de sus colegas en el área de la ingeniería hidráulica, el Ing. Juan Valenzuela dice de él: “Marcos era dedicado, leído, inteligente y con grandes valores humanos”.
Antonio -Toni Isa Conde, definió a Rodríguez como “un revolucionario bondadoso, amable y solidario”.
El periodista Héctor Tineo afirma: El país pierde a un ciudadano de mucho valor”.
Así diversas personalidades entre amigos, compañeros de labores y profesionales de la ingeniería hidráulica, y quienes lo trataron, se sienten tristes y conmovidos con esta sensible partida y han expresado sus sentimientos sobre él.
Escribió en noviembre del año pasado la obra; Apuntes para la historia del abastecimiento de agua potable y Alcantarillado, documento vital para conocer la historia del agua potable. Esta obra trata desde el Descubrimiento de la Isla hasta el año 2010.
El libro consta de 10 capítulos y 503 páginas que son producto de más de 15 años de labor investigativa. La puesta en circulación se llevó a cabo en el Centro Asturiano en el mes de noviembre de 2020 y estuvo a cargo del doctor Luis Scheker Ortiz, presidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, y amigo del autor.
Marcos Rodríguez fue un hombre de ideas claras y revolucionarias: anti trujillista, cuadro destacado del 1J/4 y del PCD, un ejemplo para su generación, de lo cual pueden hablar sus compañeros de luchas.
Don Marcos Rodríguez Sánchez, ocupó varios cargos en los gobiernos a partir del año 1971. Por sus aportes profesionales y méritos personales fue Condecorado por el Gobierno Dominicano con la orden al Mérito Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Caballero. El Laboratorio Central de Control de Calidad de Inapa, lleva su nombre en homenaje a su incansable labor investigativa y técnica, relacionada con el tema del Agua en nuestro país. Supo recibir otros merecidos reconocimientos que obtuvo en vida por su nobleza, profesionalidad y hombre de bien.
Su fallecimiento representa una irreparable pérdida para el país. Que su alma descanse en Paz. Dios le dé consuelo a su esposa, hijos y a toda su familia.
