AZUA, el 24 de octubre de 1840, falleció en Azua, Pablo Altagracia Báez, padre de Buenaventura Báez, uno de los políticos de mayor influencia en la historia dominicana del siglo XIX.
Pablo Altagracia Báez nació en Azua y una versión histórica da cuenta de que era hijo del presbítero Antonio Sánchez Valverde, autor de la obra “Idea del Valor de la Isla de Santo Domingo”. Se distinguió como un hombre emprendedor que logró hacer fortuna y creó una familia que incidió en su comunidad y en el país.
El historiador Rufino Martínez anota que creció en la ciudad de Santo Domingo, donde un ciudadano francés de apellido Báez, quien le enseñó el oficio de platero o dorador, y lo autorizó a usar su apellido Báez.
Adolescente volvió a Azua y con el decurso del tiempo se convirtió en un hombre rico que llegó a poseer esclavos. Era dueño de los aserraderos en Sajanoa.
En 1813 cuando fue puesta en vigencia la Constitución de Cádiz, Pablo Altagracia Báez fue nombrado elector. En representación del sur fue miembro de la Junta reunida en Santo Domingo y en 1821, fue designado alcalde de Azua.
Además de Buenaventura Báez, quien ocupó la Presidencia de la República Dominicana en cinco ocasiones, procreó con Teresa Méndez a Carlos, Félix, Damián, Altagracia, Irene y Rosa.
Con otras mujeres procreó a Valentín y a José Báez.