Por Sebastián del Pilar Sánchez
El miércoles 20 de junio de 1973 el Frente Universitario Socialista Democrático (FUSD obtuvo una indiscutible victoria en las elecciones celebradas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), tras sumarse el 43 por ciento de los 16 mil 458 sufragios emitidos por los alumnos y superar a Fragua que sacó un porcentaje insuficiente (29.8%) para mantener su menguada incidencia en los organismos de cogobierno de la academia y continuar dirigiendo la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).
De acuerdo a los datos ofrecidos por la comisión de profesores que dirigió el proceso comicial, la organización de orientación socialdemócrata consiguió 7 mil 77 votos, llevándole 2 mil 178 a la histórica entidad de la bandera azul y blanca, que logró 4 mil 899; el Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS) obtuvo 2 mil 333, equivalente al 14.2%; el Bloque Revolucionario Universitario Camilista (BRUC), mil 360, igual al 8.3%; el Comité Universitario Julio Antonio Mella (CUJAM), 567, equivalente a 3.3% y la Liga de Juventudes Democráticas (LIJUDE), 91, igual a 0.55%. Se anularon 29 papeletas.
Se debe saber que el grupo Fragua estaba ligado a la Línea Roja del 14 de Junio, el FEFLAS al Movimiento Popular Dominicano, el BRUC a los Comandos Revolucionarios Camilo Torres, el CUJAM al Partido Comunista Dominicano y LIJUDE al Movimiento Revolucionario Nueva República. También que entre Fragua y FEFLAS se formó la vigorosa alianza de acero en las elecciones de 1970, que intentó derrotar la reelección en la FED del bachiller Hatuey De Camps Jiménez, pero se quebró por la negativa de los fragüeros en postular a la secretaría general de la FED al estudiante de medicina y dirigente emepedeísta, Juan López Féliz.
La ruptura de la “Unidad de Acero: Fragua-Flavio Suero”, contribuyó a que el FUSD asegurara cinco puestos (de 11) en el comité ejecutivo central del gremio estudiantil y una mayoría de delegados en el Claustro, el Consejo Universitario, los consejos técnicos y las asambleas de facultades; aunque el acontecimiento más resaltante fue su reconquista de la secretaría general de la FED, que había ganado en 1969 y en 1970 con el carismático De Camps Jiménez, quien 1971 se matriculó en la Universidad Complutense de Madrid, España, para realizar allí un doctorado en filosofía y letras.
En esta oportunidad el triunfo recayó en Juan Francisco Santamaría de la Cruz, un estudiante de 21 años, prácticamente desconocido, que había cursado el segundo semestre del Colegio Universitario y se disponía a ingresar en la escuela de ingeniería electromecánica de la UASD, si bien más adelante se inclinaría por la carrera de sociología.
Santamaría tuvo como contrincantes a Roberto José Santana Sánchez, de Fragua; Leonardo Mercedes Matos, del BRUC y Radhamés Abreu Abreu, del FEFLAS, quienes realizaron una intensa promoción electoral mediante letreros, afiches y potentes equipos de sonido, opacando a otros aspirantes a cargos electivos que pasaron desapercibidos en la comunidad universitaria.
Esos tres formidables adversarios ganaron los cargos de vicesecretario general, secretario de organización y de asuntos sindicales de la FED, en los comicios donde también fueron electos Gustavo Adolfo Montalvo Franco (FUSD), secretario de asuntos nacionales; Iván Rodríguez Batista (Fragua), secretario de bienestar estudiantil; Pedro Sánchez (FUSD), de prensa y propaganda; Lorenzo Sánchez (Fragua), de asuntos internacionales; Danilo Severino (FUSD), de finanzas; Rafael Valdez (FUSD), de asuntos educacionales y Neftalí Almonte Lluberes (FEFLAS), de actas y archivos.
En esa justa comicial, el FUSD se agenció tres cómodos asientos en el Consejo Universitario, garantizando a sus dirigentes el derecho de sentarse en la misma mesa con las autoridades docentes y administrativas de la UASD a debatir su crisis financiera y participar -con voz y voto- en las decisiones oportunas y pertinentes que se tomaron durante el rectorado del doctor Jottìn Cury Elías, para evitar el cierre de ese alto centro de estudios, producto del maltrato padecido durante los primeros siete años de gobierno del doctor Joaquín Balaguer.
Los delegados estudiantiles electos al Consejo Universitario fueron, por el FUSD, su secretario general Juan Temístocles Montás Domínguez, Félix Ramón Jiménez y Leo Pieter; por Fragua, Iván Rodríguez Batista y Gabriel Imbert Román (Gary), y por el FEFLAS, Erasmo Vásquez Henríquez.
El resultado electoral en las unidades académicas situadas en las regiones Nordeste, Sur y Este del país, favoreció también al FUSD que obtuvo mayoría de delegados, aparte de un holgado triunfo sobre la triple alianza de Fragua-Flavio Suero-BRUC, en el Centro Universitario Regional Nordeste (CURNE), de San Francisco de Macorís, donde se impuso la candidatura de nuestro querido y viejo amigo Pedro Pablo Cepeda Márquez, electo delegado ante ese organismo. La referida alianza insertó allí al bachiller Manuel Taveras.
Causas de la victoria del FUSD
En las elecciones universitarias del 20 de junio de 1973 votó el 74 por ciento de la población estudiantil uasdiana, estimada en 23 mil alumnos y algunos analistas de la prensa afirmaron que esa masiva afluencia a las urnas contribuyó al triunfo del FUSD, sin que hicieran mención a sus propuestas electorales que fueron aceptadas y promovidas por estudiantes de diversos grados.
Durante varias semanas el FUSD llevó a sus principales dirigentes a los muy escuchados programas de radio «Tribuna Democrática», órgano oficial del partido blanco y «Sumario Nacional de Noticias», dirigido por los periodistas Rafael Méndez y Felipe Ferreras, donde expusieron sus propuestas políticas, académicas y gremiales, con el propósito de convencer a la familia universitaria de la conveniencia de luchar por un mayor y justo presupuesto para la UASD basado en el reclamo de la aplicación de las leyes impositivas Nos. 281, 422 y 423, aprobadas por el Congreso Nacional en 1969, que fijaban gravámenes selectivos a las cervezas, bebidas alcohólicas y carreras de caballos.
En ese sentido, el FUSD propuso a las autoridades universitarias “luchar sin tregua y utilizando todos los métodos de lucha a su alcance, por el cumplimiento cabal y estricto” de dichas leyes “y por la entrega de los fondos retenidos (RD$10, 000,000)”.
Planteó asimismo la reestructuración orgánica e ideológica de la UASD y la revisión de su política docente, a fin de actualizar el sistema curricular, los pensums, los programas, el estatuto profesoral y los salarios, aunque tuvo que desistir de un plan de austeridad con base al descuento de un 24 por ciento de los sueldos de vacaciones de los profesores que trabajaban por horas en la institución, para evitar su cierre forzado por la asfixia económica.
La organización estudiantil perredeísta se comprometió a luchar por la ampliación del crédito educativo y las exoneraciones de inscripción; por la implantación de un sistema de becas que protegiera a los estudiantes brillantes, y por soluciones en el Economato y el transporte universitario, para abaratar los libros de textos y resolver la parálisis de los autobuses averiados o deteriorados.
Ingrediente en el triunfo perredeísta
Es imposible separar la victoria del FUSD del trauma que causó dentro de la UASD la acusación de supuesto agente del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), lanzada el 18 agosto de 1972 contra el secretario general de la FED y líder del grupo Fragua, Felvio Rodríguez, por el exdirigente fragüero Diomedes Mercedes.
Esa grave imputación provocó la dimisión del líder estudiantil y fastidiosos días de decepción, desencanto y declinación de la actividad gremial, aun cuando un mes después de ese triste episodio, se divulgó una información que dejaba entrever que el autor de la denuncia, la había formulado con la intención de favorecer la causa universitaria del partido blanco, al que había ingresado en 1969 luego de abandonar el comité central del Partido Comunista Dominicano (PCD).
El tema fue tocado en la clausura de una asamblea de dirigentes del FUSD, efectuada durante la mañana del sábado 16 de septiembre de 1972 en el cine-teatro Lux de la capital, por el dirigente perredeísta doctor Rafael Alburquerque de Castro, al felicitar la labor realizada por el doctor Mercedes en la reorientación ideológica de ese grupo estudiantil.
En ese momento, el FUSD se encontraba ausente de la escena pública, suspendido por la comisión permanente del partido blanco y sometido a un proceso de críticas y autocríticas a causa de supuestas veleidades y actos de indisciplina de sus dirigentes, al mostrarse vacilantes y con cierta dependencia de Felvio Rodríguez en las movilizaciones que se realizaron dentro del campus universitario a raíz del asesinato de la estudiante de economía y mártir de la UASD, Sagrario Ercira Díaz Santiago.
En la concurrida asamblea del cine-teatro Lux, y en presencia del profesor Juan Bosch, el doctor Alburquerque de Castro pronosticó el inicio de una nueva etapa de disciplina dentro del FUSD que contribuiría al fortalecimiento del perredeísmo y a “su conversión en el partido más fuerte, más organizado y disciplinado en la historia dominicana, para llevar al pueblo a la instauración de la dictadura con respaldo popular”.
Por su parte, el secretario general del FUSD, bachiller Juan Temístocles Montás Domínguez, también resaltó el robustecimiento de su partido y la labor realizada por el doctor Mercedes para reencausar a los estudiantes por el camino correcto, y uno de sus compañeros entregó a la prensa un extenso documento denominado “Autocríticas FUSD: Descarríos”, que justificaba y elogiaba la suspensión de su grupo dispuesta por la comisión permanente perredeísta; señalando que a consecuencia de esa medida, “Hoy nace un nuevo FUSD con el compromiso de cada uno de sus miembros de velar porque su crecimiento y desarrollo esté guiado siempre por los cauces de la revolución”.
El escrito apuntaba que “en medio del rico proceso de crítica y autocrítica a que nos sometimos, fuimos descubriendo errores, nuevas desviaciones a los principios y a las normas que habíamos aceptado, y en fin, despojándonos de toda actitud oportunista pudimos aceptar sinceramente nuestros fallos y comprobar la sabiduría y prudencia del partido al adoptar la suspensión”.
Sin duda que el proceso de crítica y autocrítica revistió de energía y fortaleza ideológica al FUSD para que tuviera un manejo equilibrado al enjuiciar el asesinato de un dirigente del FEFLAS, ocurrido el martes 24 de abril de 1973 en el área de baño del comedor universitario. La víctima fue José Inés Bonilla Tavárez (Chepe), puertoplateño de 20 años de edad y estudiante de ingeniería electromecánica, quien recibió un balazo en la cabeza de pistola calibre 45, que le disparó su compañero de grupo, Hernando Martínez Carrasco (Cabeza), estudiante de ingeniería civil.
La muerte de este joven representó un duro golpe para la UASD, que hacía pocos días había reiniciado la docencia, tras estar dos meses cerrada debido a las expectativas de violencia que generó el foco guerrillero instalado en las montañas de San José de Ocoa por el del coronel Francisco Caamaño, durante los primeros días de febrero.
La trágica muerte de Chepe hizo recordar el asesinato dentro del perímetro universitario del bachiller José María Fadul, ocurrido en la mañana del viernes 21 de junio de 1968, producto de la anarquía originada por conflictos intergrupales.
Por ello, previendo un nuevo cierre que diera al traste con el carácter democrático, crítico y de masas de la UASD, el FUSD se planteó rescatar la FED y hacer de ella “un organismo que ocupe el sitial que le corresponde en el acontecer político, social y cultural del país; proyectarla hacia el pueblo mediante la realización de actividades que contribuyan a la clarificación y solución de los más angustiosos problemas nacionales”.
Tras ese objetivo, el grupo estudiantil perredeísta recompuso su maquinaria electoral apegado a la línea política de su partido, que era exigirle al gobierno de Balaguer regirse por su propia legalidad. Igualmente, obedeciendo la reorientación ideológica dispuesta por un hombre de formación estalinista como el doctor Diomedes Mercedes, fijó con claridad sus objetivos académicos y reivindicativos para regresar a la FED y a los organismos de cogobierno universitario, luego de una prolongada ausencia.
Esa posición fue reforzada cinco días antes de las votaciones por el profesor Juan Bosch, en su acostumbrada charla radial del viernes 15 de junio de 1973 por el programa Tribuna Democrática, órgano oficial de su partido, mediante una ardiente defensa de las razones del FUSD para reclamar al gobierno de Balaguer que entregara a la UASD los fondos retenidos generados por las leyes impositivas de 1969. Agregando incluso que no tenía sentido la lucha por el cinco por ciento del presupuesto nacional, porque -a su juicio- la ley de presupuesto queda derogada cada año.
Por último se debe decir durante toda la campaña electoral el FUSD estuvo sujeto a la orientación partidaria, de tal modo que su victoria fue ampliamente celebrada por el propio Bosch, en sus declaraciones a la prensa del viernes 22 de junio, resaltando la importancia de este triunfo en un “proceso eleccionario universitario había transcurrido “sin el antiguo tono del insulto”.
Juan Francisco Santamaría de la Cruz, al ser juramentado como secretario general de la FED y suplente en el Consejo Universitario, se empleó a fondo en la celebración del sexto congreso de la FED, que culminó en la tercera semana del mes de octubre de 1973 aprobando diversas resoluciones para preservar el buen desarrollo del semestre académico, pero manteniendo una lucha sin tregua para que el gobierno aplicara en favor de la UASD las leyes impositivas 281, 422 y 423, que contemplaba incluso su sometimiento a la justicia a través del recurso contencioso-administrativo.