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El presidente Juan Bosch con altos militares y el general Antonio Imbert Barreras (archivo)
El día del golpe de Estado que derrocó el gobierno constitucional del presidente Juan Bosch
Los adversarios de Bosch habían hecho esfuerzos para impedir que Juan Bosch y su compañero de boleta, el médico Segundo Armando González Tamayo, candidatos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ganaran las elecciones del 20 de diciembre de 1962. En procura de su objetivo formaron el partido Acción Dominicana Independiente (ADI), que luego se uniría a la Unión Cívica Nacional, para tratar de impedir que Bosch llegara a la Presidencia de la República.
Por Héctor Tineo Nolasco
SANTO DOMINGO, el 25 de septiembre de 1963, una alianza de los grupos más conservadores de la sociedad dominicana, con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos del presidente Jhon F Kennedy, derrocó el Gobierno Constitucional del presidente Juan Bosch.
Los adversarios de Bosch habían hecho esfuerzos para impedir que Juan Bosch y su compañero de boleta, el médico Segundo Armando González Tamayo, candidatos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ganaran las elecciones del 20 de diciembre de 1962. En procura de su objetivo formaron el partido Acción Dominicana Independiente (ADI), que luego se uniría a la Unión Cívica Nacional, para tratar de impedir que Bosch llegara a la Presidencia de la República.
Las elecciones generales, las primeras democráticas que celebró República Dominicana tras la caída de la dictadura de más de 30 años de Rafael Leónidas Trujillo Molina, se llevaron a cabo el 20 de diciembre de 1962.
El PRD derrotó de manera aplastante a su principal rival, la Unión Cívica Nacional y aliados, que llevaron como candidato presidencial a su líder, el doctor Viriato Fiallo.
Los comicios organizados por el Consejo de Estado, presidido por el licenciado Rafael F. Bonelly, terminaron con los siguientes resultados:
Alianza Social Demócrata, candidaturas nacionales, 17 mil 898 votos y para congresuales y municipales, 18 mil 726 votos.
Partido Nacional, aliado de Juan Bosch y Segundo Armando González Tamayo, mil 667 votos para las candidaturas nacionales y 4 mil 161, para las congresuales y municipales.
Partido Nacional Revolucionario Democrático, candidaturas nacionales, 35 mil 764 y para las candidaturas congresuales y municipales 36 mil 972.
Partido Revolucionario Dominicano, 619 mil 491, para las candidaturas de Bosch y González Tamayo y para los candidatos congresuales y municipales, 592 mil 88.
PRD Auténtico, mil 273 para las candidaturas nacionales y 5 mil 306 para las congresuales y municipales.
Partido Revolucionario Social Cristiano, para las candidaturas nacionales 54 mil 638 y para las congresuales y municipales 56 mil 794.
Unión Cívica Nacional, 317 mil 327 para las candidaturas nacionales y para las congresuales, y para las municipales 315 mil 371.
Vanguardia Revolucionaria Dominicana, que apoyó a Bosch y a González Tamayo, para las candidaturas nacionales, obtuvo 6 mil 886 votos y para las congresuales y municipales 18 mil 586.
El total de votos emitidos para las candidaturas nacionales de las fuerzas políticas que participaron en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, fue de un millón 54 mil 944 votos y para las congresuales un millón 48 mil cuatro.
El PRD, además de ganar la Presidencia de la República, logró una mayoría determinante en el Congreso Nacional y los municipios.
En el año 1962, la República Dominicana tenía el Distrito Nacional y 26 provincias, que formaban 78 municipios.
El PRD obtuvo 22 senadores, 49 diputados y 63 síndicos. La Unión Cívica Nacional ganó cuatro senadores, 20 diputados y 11 síndicos.
El Partido Nacional Revolucionario Democrático, obtuvo un senador, cuatro diputados y cuatro síndicos.
El Partido Revolucionario Social Cristiano, obtuvo un diputado.
Bosch y González Tamayo ganaron con el 59.53% de los votos
Bosch y González Tamayo, ganaron con el 59.53 por ciento de los votos echados en las urnas, el porcentaje más alto que había logrado un binomio presidencial hasta el 20 de diciembre de 1962, en la historia electoral de la República Dominicana.
La alta votación no fue óbice para que los enemigos de la democracia y Juan Bosch desencadenaran un plan conspirativo para acabar con la expresión de la voluntad popular.
Lo que no lograron en las primeras elecciones democráticas, se propusieron alcanzarlo por la vía de la interrupción del naciente Gobierno democrático.
Los candidatos del PRD se impusieron a los obstáculos. En su libro «Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana», el profesor Bosch explica:
«A medida que avanzaba el mes de noviembre y se sentía físicamente el crecimiento del PRD, comenzaron a aparecer los trucos que habían sido elaborados por los cívicos a través de su órgano de Gobierno, que era el Consejo de Estado. La Junta Central Electoral dijo que no habría votos de colores, y cuando los abogados perredeístas revisaron la Ley Electoral se hallaron con el artículo más curioso que jamás había habido en ley alguna, un párrafo que decía más o menos lo siguiente: ‘los votos serán de colores, un color para cada partido, pero la Junta Central Electoral puede disponer que sean todos de un mismo color’. Mandar algo y autorizar lo contrario en un mismo artículo es un auténtico ‘créalo o no lo crea’ en la historia de la legislación universal».
Bosch refiere que la situación hizo crisis porque el alto mando militar le advirtió al Consejo de Estado que si no había elecciones, tomarían el poder el 27 de febrero de 1963, tal como lo dice la Constitución.
Cuenta que el Presidente de la Junta Central Electoral fue llamado al Palacio Nacional y al día siguiente se dio la noticia de que habría votos de colores, aunque cuatro partidos tendrían el voto blanco, lo que en opinión del candidato presidencial del PRD, el profesor Juan Bosch tenía el propósito de afectarlo.
Desde antes de la toma de posesión, los adversarios Bosch y el PRD comenzaron a agruparse hasta lograr un frente que unió a políticos, empresarios, militares, terratenientes y el beneplácito del Gobierno de Estados Unidos del presidente Kennedy. Bosch era acusado de comunista.
Los hombres de negocios formaron el Consejo Nacional de Hombres de Empresa, con el objetivo de contribuir a derrocar al Gobierno del profesor Bosch. Su primer presidente José Ernesto Aybar, en una entrevista que concedió al historiador Frank Moya Pons, cuyos detalles revela en su obra Empresarios en Conflictos, le confesó que la organización fue creada para «tumbar» el Gobierno de Juan Bosch.
El Presidente Bosch y el Vicepresidente González Tamayo, tomaron posesión el 27 de febrero de 1963.
El acto reunió a personalidades del mundo democrático, entre los que se encontraron el Presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, el vicepresidente de Estados Unidos, Lindon B. Johnson y el Presidente del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín.
Juan Bosch, un hombre marcado por el pensamiento hostosiano, en una ocasión dijo:
«Si mi vida llegara a ser tan importante, que se justificara algún
día escribir sobre ella, habría que empezar diciendo:
Nació en La Vega, República Dominicana, el 30 de junio de 1909, y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven, y como las mueven, el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás».
En el discurso que pronunció tras recibir la banda presidencial, el profesor Juan Bosch expresó su pensamiento democrático y su meta de alcanzar un Estado de justicia social en la República Dominicana.
Llamó la atención de los nuevos miembros del Congreso Nacional y les advirtió que de ellos el pueblo dominicano espera que contribuyan a que el país logre un espacio en el conjunto de naciones democráticas avanzadas.
En su discurso de toma de posesión el 27 de febrero de 1963, dijo que los dominicanos debemos hacer un uso inteligente de los recursos políticos e invitó a emular a los fundadores de la República.
Contrario al plan de sus adversarios, Juan Bosch deseaba la paz política en la República Dominicana.
Llegó la hora de olvidar los odios.
En opinión de Juan Bosch, un gobernante democrático tiene que tener el oído atento para escuchar la verdad. Cifró la confianza en el porvenir y consideró que los dominicanos debemos unirnos a los que trabajan y piensan en el porvenir.
El discurso del Presidente Bosch en lugar de motivar la reflexión de sus adversarios, permitió ver que continuaron su campaña contra el Gobierno. Lo acusaban de comunista.
La acusación de comunista se reforzaría cuando el Presidente Bosch se negó a aceptar las presiones para que deportara del país a un grupo de dominicanos que eran calificados de comunistas.
En ese momento la acusación era grave porque la «Guerra Fría» estaba al rojo vivo, en razón de que Estados Unidos temía que surgiera otra Cuba en el Caribe.
En «Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana», el profesor Juan Bosch afirma: «Los tutumpotes cívicos habían perdido la batalla de los trucos legales; entonces se dedicaron con toda el alma a echar las bases políticas del golpe de Estado que lograron dar, al fin, el 25 de septiembre de 1963».
De inmediato, los golpistas escogieron un triunvirato encabezado por el licenciado Emilio de los Santos, quien renunció en noviembre de 1963, al enterarse de que los guerrilleros liderados por el doctor Manuel Aurelio -Manolo- Tavarez Justo fueron fusilados por miembros del Ejército Nacional.
Emilio de los Santos fue reemplazado por el doctor Donald Reid Cabral, quien encabezó el Gobierno de facto hasta el 24 de abril de 1965, cuando fue derrocado por los constitucionalistas.
Bosch al comentar el papel de los militares en el golpe de Estado apunta: «En noviembre de 1962, los jefes militares querían seguridad, y la podían obtener haciéndose pasar por defensores de la Constitución; en septiembre de 1963, querían ventajas que un Gobierno constitucional no podía darles, y en ese caso la Constitución era un estorbo.
Respecto al rol de la Iglesia, Bosch anota: El padre Láutico García admitió que yo no era comunista, pero los sacerdotes que habían tomado la vanguardia en la ofensiva contra el PRD no cejaron un paso». Siguieron sus posiciones hasta después de la caída del Gobierno.
El golpe de Estado fue antecedido por una huelga general que organizaron los empresarios durante los días 20 y 21 de septiembre de 1963. Y por un deterioro de las relaciones domínico-haitianas.
Todo comenzó cuando el Presidente Juan Bosch recibió la información de que en el país existía un campo de entrenamiento de enemigos del dictador Francois Duvaliere, sin el conocimiento del Presidente dominicano, porque el Gobierno estadounidense deseaba derrocar al dictador haitiano porque pensaba era comunista.
Bosch dijo en una entrevista el 21 de abril de 1977, que el Gobierno de John F. Kennedy pensaba que Francois Duvaliere, se había convertido en un comunista porque recibió en Puerto Príncipe a un funcionario del Gobierno polaco.
Por ello, trazó un plan contra Duvalier, llamado Papá Doc, el cual sería dirigido por un enemigo suyo el ex general León Cantave, quien había huido de Haití.
No obstante, Bosch se enteró por una información que publicó El Caribe, de que Cantave visitaba el territorio nacional y que sus hombres se entrenarían en algún lugar de República Dominicana.
En opinión de Bosch, ese hecho y la investigación que ordenó, llevaron al Gobierno de Estados Unidos, a apoyar el golpe de Estado contra su Gobierno el 25 de septiembre de 1963.
Los golpistas formaron un triunvirato presidido por el licenciado Emilio de los Santos, quien renunció al conocer la noticia del fusilamiento del doctor Manuel Aurelio Tavarez Justo y sus compañeros de la guerrilla del Movimiento Revolucionario 14 de junio, en noviembre de 1963.
A partir de ese acontecimiento en el país se recrudeció la intolerancia política y muchos dominicanos fueron perseguidos por sus ideas políticas y otros deportados.
En aquellos días la acusación contra los que no apoyaban el Gobierno de facto era la de agente del comunismo.
El Golpe de Estado tuvo como consecuencia la guerrilla de 1963, liderada por Manolo Tavarez Justo, quien fue fusilado junto a sus compañeros en Las Manaclas; y la Guerra de Abril de 1965, en la que murieron miles de dominicanos y provocó la segunda intervención militar de Estados Unidos en este siglo XX contra la República Dominicana.
La «Guerra de Abril de 1965″ terminó el 3 de septiembre de 1965», con la juramentación del Presidente Provisional Héctor García-Godoy.
De esa manera terminó el período de los dos gobiernos que surgieron en Mayo de ese año, y tomó posesión como Presidente Provisional, el doctor Héctor García-Godoy Cáceres.
La selección de Héctor García-Godoy Cáceres, un diplomático de carrera nativo de Estancia Nueva, Moca, fue el fruto de intensas negociaciones entre las partes en conflicto con la participación de la representación de Estados Unidos, ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Durante el período Mayo-Septiembre de 1965, República Dominicana tuvo dos gobiernos: El Gobierno «Constitucionalista», presidido por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder de las fuerzas que luchaban por el retorno a la Constitucionalidad, la cual fue interrumpida por el golpe de Estado contra el Presidente Juan Bosch; y el «Gobierno de Reconstrucción Nacional», presidido por el general Antonio Imbert Barreras, quien lideraba a los sectores militares y civiles que se unieron para derrocar el Gobierno constitucional.
El «Gobierno Constitucionalista» luchaba por el retorno de Bosch al poder sin elecciones, ya que su Gobierno fue derrocado a los siete meses.
En cambio, el régimen encabezado por Imbert Barreras, quien es un sobreviviente de la trama que terminó con la vida del dictador Trujillo, se destacaba por «su lucha» contra el comunismo.
En 1963 el Presidente Juan Bosch fue acusado de ser un comunista. Con ese pretexto fue derrocado el 25 de septiembre de ese año.
Para dar paso al Presidente provisional Héctor García-Godoy, los presidentes Caamaño e Imbert Barreras, presentaron renuncia.
García-Godoy fue juramentado para que ejecutara el acuerdo convenido por las partes en conflicto, según el cual debían celebrar elecciones generales el día 1 de junio de 1966.
En las negociaciones los constitucionalistas lograron con la OEA la redacción de un «Acto Institucional» basado en la Constitución de 1963 y suscribieron el «Acta de Reconciliación».
El «Acta de Reconciliación» dispone que los militares que combatieron en la Guerra de Abril debían, reintegrarse a los cuarteles y sus superiores que lo desearen, podrían salir del país con la ayuda del Gobierno Provisional.
A su vez, las fuerzas de ocupación permanecerían en el país hasta la celebración de las elecciones generales para escoger el próximo Gobierno constitucional y su Juramentación.
Durante ese período Estados Unidos logró influir en la formación de los militares dominicanos, lo que se reflejaría en sus actuaciones.
El Presidente Héctor García-Godoy logró organizar las primeras elecciones tras la Guerra de Abril. En la consulta Joaquín Balaguer, candidato del Partido Reformista, fue declarado ganador de los comicios contra el candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano.
Balaguer y Bosch habían regresado del exilio.
Durante la campaña electoral Balaguer pudo celebrar sus actividades proselitistas en distintos puntos del país, pero Bosch sólo usó la radio, porque no podía salir de su casa, ya que estaba amenazado por los jefes militares de la época, quienes daban la impresión de que atentarían contra la vida del ex presidente y candidato del PRD. Los perredeístas fueron reprimidos en múltiples ocasiones.
Los comicios se celebraron el día 1 de junio de 1966 y fue declarado ganador el binomio Joaquín Balaguer-Francisco Augusto Lora. Al perder el PRD las elecciones, el profesor Juan Bosch viajó a España, donde vivió tres años.