Mi Voz, Portada

Para gobernar bien

Carlos M Checo

Para hacer un buen gobierno sobran la parafernalia y montajes, delatores de cultura grandilocuente con innecesario triunfalismo y abundancia de promesas fatuas.

La alocución presidencial señala un diagnostico erróneo del momento actual y de las prioridades a satisfacer.

La marcada y lacerante pobreza, fue la gran ausente del discurso, no se habló de políticas tendentes a construir acceso a oportunidades de desarrollo y bienestar.

Se ignoró la gran deuda social con el campo dominicano. No se es consciente que sin desarrollo rural, no habrá desarrollo nacional.

Para el gobierno debe ser prioridad el abastecimiento de agua contemplar el urgente saneamiento de las cuencas hidrográficas y la regeneración forestal, en especial en las áreas circundantes de las descuidadas presas que no son sometidas al obligado mantenimiento y reparación requeridos.

Sobran los rutinarios discursos, con anuncios pomposos de grandes obras. Sin embargo no faltan espacio en anuncien reparaciones de los caminos vecinales y las necesarias obras de infraestructuras que mejorarían la precariedad de la vida de nuestras comunidades rurales.

Quizás no es deliberado, sin embargo el anunciado mejoramiento vial, en tres o cuatro grandes núcleos poblacionales, terminará por vaciar de una vez y por siempre nuestros campos, invitando a la gente a buscar en esos lugares, las oportunidades que se les niega en sus comunidades.

¿Quienes producirán los alimentos y garantizarán la necesaria seguridad alimentaria? Significativo en este inverosímil bodevil, las comunidades rurales de la cordillera septentrional de Santiago de los Caballeros llevan años pidiendo arreglo de sus destruido caminos vecinales, sin embargo, para la cordillera septentrional se anuncia la amenaza de destrucción de sus ecosistema con la, instalación de la empresa privada llamada Vía del Ámbar, tan absurda cono innecesaria.

Si no se tiene conciencia del rol del Estado en naciones pobres, nada bueno lograremos.

Gobernar debe ser un acto consciente de servicio público, construyendo bienestar y desarrollo;reduciendo asimetrías entre personas, comunidades y regiones.

Si algo quedó claro en el discurso de anoche es, que para el poder ejecutivo y sus autoridades no existe la Ley 1-12, que como toda ley es de obligado cumplimiento.

La Estrategia Nacional de Desarrollo define qué país deseamos tener los dominicanos para el año 2030. Aspira a la construcción de un país próspero, de una democracia participativa y a la justicia social

Al gobierno se va a planificar y aplicar normas, planes y proyectos.

La Constitución establece que el Estado debe estar al servicio del bien común