Opiniones, Portada

¿Como opera el clan del Cambio?

Por Juan Carlos Espinal.

Los líderes mediáticos de la sociedad civil multinacional pro USAID, aunque inspirados por razones corporativas, son tanto o más proclives a desconocer el estado de derecho que los líderes de los partidos políticos.

Su principal tendencia ideológica es el transnacionalismo y su principal característica es el respaldo a un holding poseído por empresas.

Además, la tendencia de las ONGs es que son burocracias comerciales controladas a control remoto desde Washington o, en todo caso, por los gobiernos.

Eso depende.

La familia fundadora, por ejemplo, conserva un estrecho control mediante el nombramiento, para los altos cargos de su administración, de los miembros de la familia, conocidos del anillo y amigos íntimos.

Las oenegés corporativas reciben 1500 millones de pesos anuales en contrapartidas estatales.

Las oenegés medianas y las mas pequeñas desempeñan un papel secundario, a diferencia de lo que ocurre con la tribu del CONEP.

La mayoría de los miembros de la cámara de comercio dominico americana, por ejemplo, funcionan bajo una jerarquía coordinada, en su dirección suprema y centralizada, reproduciendo a menudo su estilo de vida neoliberal, que llevó a sus patrocinadores estatales, sobre todo después de 1984 , a la bancarrota.

Participación Ciudadana es multisectorial y sus directivos se rotan o transfieren sus liderazgos de un sector a otro, con lo que se aseguran la unidad de la estrategia mediática o judicial y por supuesto el intercambio de experiencias.

Los de FINJUS, por ejemplo, figuran hoy en día como la infantería nuclear del sistema financiero solo que son más bulteros.

Aunque juntos no representan más que el interés de clase que los auspicia.

La mayoría de sus relaciones con la ciudadania se basa, sobre todo, en la premisa del capital de la familia , los contratos en conflicto y las sub contrataciones desempeñadas.

A lo largo de las competencias con otros grupos marginales de sociedad civil, desconfían de los políticos.

Su mercado politico- económico lo determina el posicionamiento en las principales portadas de los noticieros de television y de los periódicos digitales donde ellos poseen un sólido liderazgo virtual.

Poseen redes sociales de información y grupos mediáticos cuyas obligaciones mutuas son cada vez más predecibles ya que trabajan más por el interés en conflicto que por reciprocidad o solidaridad.

Sus prácticas laborales también siguen un modelo de exclusión matizado por la alta concentración de capitales.

Como en República Dominicana no existen regulaciones que se cumplan ellos desechan los derechos de los trabajadores, dependiendo de la doble contabilidad de sus empresas.

Las oenegés empresariales o suplidoras del estado existen gracias a la disrupción de los partidos políticos, al agrietamiento de la sociedad civil organizada y al afianzamiento de la derechización de los mismos.

Desempeñan una labor patriarcal y geopolítica aun cuando son aún más intensos en el partidarismo que la mayoría de los líderes empresariales en sus empresas.

Su trabajo esencial consiste en una especie de lobísmo sin compromiso cuyas directrices son a control remoto.

Las demás oenegés de sociedad civil son marginales y otras de mucho valor, en tanto representan aspectos sociales.

Muchas oeneges se han ganado la desconfianza de la población.

Obedientes a su mano de obra, la sociedad civil multinacional desmiente su tendencia foránea y atribuye esto último a una ideología de relaciones industriales.

No poseen identidad política, aunque utilizan a las falsas izquierdas corporativistas, aliadas al PRM y uno que otro aventurero.

Los restantes líderes de la sociedad civil pro USAID, poseen profundas contradicciones con sus propios burócratas y sus preocupaciones son más bien personales o de familia.

La organización empresarial dominicana se basa en varias firmas familiares en una, y sus redes de negocios no son más que redes intersectoriales que suelen estar controladas por una familia tradicional.

Aunque la mayor parte de ellos posee formación y su desarrollo les permite asegurar cuotas de participación, en el desbalance socio económico, sus preocupaciones siguen siendo particulares.

Resulta interesante analizar la sociedad civil pro USAID y a sus empresas parasitarias.

El componente clave de su participación activa en política es la corrupción.

Cuando prosperan, fundan otras compañías para aumentar los beneficios de los oligopolios.

Así pues, una vez han acumulado suficiente riqueza, esta se divide entre sus miembros, que a su vez la invierten en otros negocios familiares.

Con mucha frecuencia, la inversion economica del proyecto político carece de una relación directa con la actividad de la firma original.

Son castas.

A veces, en el modelo de creación de nuevas empresas, cuando la familia aumenta, la riqueza es intra generacional.

Pero, si esto no contribuye a su crecimiento, respecto de otras familias, basan su estrategia en la sucesión patrilineal y el reparto equitativo de la herencia entre los hijos quienes a su vez recibirán los activos familiares para iniciar su propia empresa, sin pagar impuestos.

A pesar de las frecuentes rivalidades intrafamiliares, la confianza va más allá del capital y el ciclo parasitario comienza de nuevo.

Una y otra vez.

De este modo, las familias prosperan aun quebrando, creando nuevas firmas, en cualquier sector comercial, socializando las perdidas y traspasándolas al consumidor.

Las firmas familiares se codean con intelectuales inorgánicos o no, mediante acuerdos legales temporales y diversifican su poder social mediante conexiones de amigos en los gobiernos, intercambiando información y porcentajes.

De este modo , la estructura organizacional dependerá de los puestos o cargos ya centralizados.

Como los intelectuales no son miembros de las familias, tienden a ser representantes informales de la oligarquía de turno dominante con acciones compartidas.

La sociedad civil dominicana es verdaderamente muy subdesarrollada en su conjunto, en cuanto a su pensamiento político, a tal punto que para resolver cualquier problema se requiere de un préstamo personal o alguna dadiva en el mercado de valores.

En grupos oligárquicos como esos, no se esperan lealtades de parte de los trabajadores, ya que su ideal es crear sus propias empresas, por lo que se sospecha de ellos como futuros competidores.

Los puestos directivos en la sociedad civil son a corto plazo y sin compromisos, lo que dificulta la planificación de la próxima contrata, por ejemplo.

Por otra parte, la extrema centralización e inflexibilidad de ese sistema de castas impide ajustes rápidos a la movilidad social, a los nuevos procesos de desarrollo y a los nuevos mercados.

El punto débil de la sociedad civil dominicana es que no posee conciencia de clase ni identificación socio política.

No soportan la competencia en el mercado ni las transformaciones desde el estado.

La hiper corrupción empresarial Dominicana solo fue parte, si bien consustancial, de la historia del éxito del golpismo de la oligarquía norteamericana.

Tras tantos fracasos históricos tuvo la inteligencia de proporcionar confianza e información a sus empresas sin sofocar totalmente la democracia.

Cuando el poder y la riqueza se debían mas a la productividad y a la socialización de la burocracia que a su propio país, hicieron filas con su interes de clase.

Así pues, su organización economica se basa en redes empresariales tanto formales como informales.

Pero existen diferentes consideraciones político culturales entre las distintas sociedad civil que han surgido con una lógica patrimonial.

Esa similitud con el neoliberalismo latinoamericano puede remontarse hasta las características culturales de la extrema derecha de pos guerra en el hemisferio.

Aunque a veces resulta un argumento demasiado indeterminado por su falta de especificidad, decir que la derecha dominicana es global, en comparación con sus pares latinoamericanos, no es una exageración, en tanto que sus tendencias fascistas son comunes.

Y si la jerarquía de Participación Ciudadana coincide con la MUD oligárquica de la oposición de adecos y copeyanos de Venezuela, podríamos relacionar su confianza y reputación en Washington a menos que la constitución sea tratada como una regla en los tratados de libre mercado.

La sociedad civil multinacional pro USAID es impostora