Cultura, Portada

Mensaje oficial de la Academia Dominicana de la Historia en el 158.° Aniversario de la Restauración de la República.

De la academia de la historia

Santo Domingo, República Dominicana .- La reincorporación del territorio que constituía la República Dominicana a España en 1861, al amparo de una falsa espontaneidad popular proclamada por el general Pedro Santana, conllevó a que una ciudadanía hastiada por el sometimiento a múltiples arbitrariedades se levantara en armas dos años después para recuperar la soberanía negociada de forma inconsulta. Desde Capotillo hasta a Higüey y desde Puerto Plata hasta San Juan de la Maguana, uno de los ejércitos imperiales del siglo XIX conoció de la decisión indoblegable de los dominicanos que lo redujo a la insignificancia, volviendo el país a constituirse en la “república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjeraˮ como lo postulara Juan Pablo Duarte en el juramento trinitario.

Desde la Guerra de la Restauración los dominicanos hemos asistido a cambios en el estado de cosas para defender, como los restauradores, “nuestros sacrosantos derechos”. Traicionados y engañados como ellos con promesas incumplidas y ofertas desmentidas, el descontento de las masas ha inspirado a otros a hacer valer la independencia y la libertad conquistadas en 1844.

En estos tiempos de cambios es válido evocar aquella gesta y a sus héroes, recuperados para la memoria histórica y la identidad patriótica en Fiesta Nacional y epónimos de municipios, avenidas, calles y parques, para mostrar al pueblo que, en cada ocasión en que se pretenda oprimir sus conquistas, aunque ello sea obra de un solo hombre, podrá volver sobre la senda del 16 de agosto de 1863 y eslabonar al hecho más trascendente que siguió a la proclamación de la independencia de Haití  nuevas páginas de coraje y dignidad.

En este mes de agosto del año 2021, en el que la Academia Dominicana de la Historia festeja el 90.° aniversario de su instalación, se exhorta a celebrar este nuevo aniversario de la Restauración de la República como proclama el preámbulo de nuestra Constitución: guiados por el ideario de sus próceres e inspirados en el ejemplo de lucha y sacrificio de sus héroes. ¡Qué viva la República Dominicana!