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LA HABANA, 2 jul (Xinhua) -- Cuba comenzó a tomar medidas de protección ante la posibilidad del próximo azote del huracán Elsa, que llegaría a la isla el fin de semana en medio de un duro rebrote de la COVID-19.
Ante la posible trayectoria del meteoro, que se encuentra ahora al sureste de República Dominicana, y al oeste-noroeste de San Vicente, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró en la red social Twitter haber dado instrucciones a los territorios para que pongan en marcha sus planes contra desastres, "con cuidado extremo por la epidemia".
"Pedimos a nuestro pueblo disciplina para no lamentar muertes", escribió el mandatario en referencia al movimiento del meteoro, que se mueve por el este del Caribe para situarse cerca de la costa sur de La Española, en la tarde o noche del sábado.
Elsa es el primer huracán de esta temporada ciclónica en el Mar Caribe y tiene vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora, con lo que alcanzó la categoría 1 en la escala Saffir-Simpson de 5.
De acuerdo con el rumbo y la velocidad de traslación de ese organismo tropical, la Defensa Civil (DC) de Cuba estableció la Fase Informativa para casi la mitad de las 15 provincias de la isla.
En una reunión del grupo gubernamental que cada día analiza la marcha de la pandemia en Cuba, el primer ministro, Manuel Marrero, pidió actualizar en cada territorio los planes de evacuación de la población, teniendo en cuenta la complicada situación epidemiológica del país.
"Se hace necesario iniciar un proceso de preparación para enfrentar lo que se pueda derivar de este evento", dijo Marrero.
El primer ministro se refirió a la preparación de "lo concerniente al Sistema Electroenergético Nacional, buscando la mayor vitalidad y estableciendo prioridades, como todas las instalaciones de salud dedicadas al enfrentamiento a la COVID-19, los centros vitales para la economía y los servicios".
Asimismo, llamó la atención sobre la necesidad de tener listas las brigadas para solucionar las averías eléctricas y en conductoras de agua, además de prever las reservas de combustible que pudieran estar disponibles durante y después del paso de la tormenta.
Consideró que no se puede perder ni un minuto en la limpieza de tragantes, zanjas y alcantarillados.
