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Ley de Competencia Estratégica de EE. UU. muestra una peligrosa visión de suma cero, dicen expertos

diariodominicano.com

   WASHINGTON, 18 may (Xinhua) -- La Ley de Competencia Estratégica de EE. UU. de 2021 es objeto de severos ataques por parte de académicos que la critican por obstaculizar los intercambios colaborativos y vilipendiar la iniciativa china de la Franja y la Ruta.
   El Quincy Institute for Responsible Statecraft (QIRS, sigla en inglés) publicó recientemente una serie de escritos académicos de varios autores de instituciones en Estados Unidos en la que se critica la Ley de Competencia Estratégica de 2021.
   La ley, aprobada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, autoriza la asignación de 300 millones de dólares estadounidenses para cada año fiscal destinados a "contrarrestar la maligna influencia del Partido Comunista de China a nivel mundial".
   La iniciativa es "una peligrosa declaración de guerra fría sobre China", escribió Michael D. Swaine, académico de estudios de seguridad chinos y director del programa del QIRS para Asia Oriental.
   El académico cree que la ley "personifica los peores errores del nuevo 'consenso' de Washington sobre lo que supuestamente significa una China en ascenso para Estados Unidos y el mundo".
   Swaine agregó que la ley contiene "una descripción simplista y exagerada de las amenazas que China representa para Estados Unidos y el mundo" y "recomendaciones de política casi exclusivamente de suma cero (y en algunos casos peligrosas)".
   Al estipular que el gobierno de EE. UU. no impondrá restricciones a la capacidad de sus funcionarios para interactuar con Taiwán, la ley no solo socava la política de una sola China, que suma una larga tradición en Estados Unidos, sino que también viola la separación de poderes delineada en la constitución norteamericana que otorga el poder ejecutivo para llevar a cabo la diplomacia y reconocer a los gobiernos extranjeros, escribió Rachel Esplin Odell, investigadora del QIRS.
   Otro autor de la serie, el investigador de la Universidad de Boston, Jake Werner, opinó que la Ley "describe falsamente la IFR (Iniciativa de la Franja y la Ruta) como una herramienta económica nefasta destinada a golpear la primacía estadounidense" y revela al interior del Congreso una visión "desastrosamente cruda, unilateral y de suma cero de las motivaciones e intenciones chinas".
   En lugar de demonizar la Franja y la Ruta, subrayó Werner, los líderes estadounidenses deberían reconocer las razones por las que ha sido aceptada con entusiasmo en todo el mundo.