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GINEBRA, 27 abr (Xinhua) -- Los países deben establecer sistemas de seguridad y salud ocupacionales (SSO) sanos y resilientes para minimizar los riesgos para los trabajadores en futuras emergencias sanitarias, dijo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe publicado hoy martes para conmemorar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
"Esto requerirá invertir en la infraestructura de SSO e integrarla en los planes nacionales generales de preparación y respuesta a las emergencias de crisis, para que se proteja la seguridad y la salud de los trabajadores y se apoye la continuidad de las empresas", dijo la OIT en un comunicado de prensa.
El informe titulado "Anticipar, preparar y responder a las crisis. Invertir ahora en sistemas de SSO resilientes", examina la prevención y la gestión de riesgos en el contexto de la pandemia de COVID-19, y analiza otros riesgos de salud y seguridad asociados a la cambiante organización del trabajo derivada de las medidas de control del virus.
"No podría haber una demostración más clara de la importancia de un entorno de seguridad y salud en el trabajo fuerte y resiliente", comentó el director general de la OIT, Guy Ryder. "La recuperación y la prevención requerirán políticas nacionales y marcos institucionales y normativos mejorados, integrados debidamente en los marcos de respuesta a la crisis".
Durante la pandemia de COVID-19, los trabajadores de sectores específicos (como las emergencias, la sanidad y la asistencia social) han sido especialmente vulnerables al riesgo de contagio. De acuerdo con datos citados en el informe, 7.000 trabajadores del sector salud han muerto desde el comienzo de la crisis, y 136 millones de trabajadores de salud y asistencia social corren el riesgo de contraer la COVID-19 a través del trabajo.
La crisis también ha afectado su salud mental: uno de cada cinco trabajadores sanitarios en todo el mundo ha declarado tener síntomas de depresión y ansiedad.
El trabajo a distancia, que ha sido esencial para limitar la propagación del virus, mantener los empleos y la continuidad de las empresas y ofrecer a los trabajadores una mayor flexibilidad, también ha difuminado las líneas entre el trabajo y la vida privada, señala el informe.
El informe menciona que las empresas pequeñas y micro a menudo han tenido dificultades para cumplir los requisitos oficiales de SSO porque muchas carecen de recursos para adaptarse a las amenazas que plantea la pandemia.
"En la economía informal, muchos de los 1.600 millones de trabajadores del mundo, especialmente en los países en desarrollo, han seguido trabajando a pesar de los confinamientos, las restricciones de movimiento e interacción social y otras medidas. Esto los ha puesto en alto riesgo de contraer el virus y, sin embargo, la mayoría no tiene acceso a la protección social básica, como la licencia por enfermedad o el pago por enfermedad", dice el comunicado de prensa de la OIT.