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Puerto Príncipe, 23 mar (Prensa Latina) En poco más de una semana, la Policía haitiana perdió 12 agentes durante una fracasada operación antipandillas, y las posteriores protestas del gremio, lo cual –según expertos- manifiesta la crisis institucional de hoy.
Cinco oficiales murieron en una intervención contra bandas armadas en Village de Dieu, un barrio pobre situado en la entrada sur de la capital, y que vive un drástico aumento de los casos de secuestros, mientras las pandillas imponen la ley en la zona.
El fallido operativo y los pocos recursos con los que actúa la Policía, llevaron a la conocida facción Fantom 509, a manifestarse en las calles, algunas veces con violencia, y a enfrentarse a oficiales en activo.
Como resultado otros siete policías perdieron la vida, el último de ellos la víspera, durante un intercambio de disparos entre esas fuerzas en la céntrica avenida de Delmas. La foto del oficial caído recorrió rápidamente las redes sociales y generó intensas críticas entre los internautas.
La Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití, expresó su preocupación por la muerte del agente, así como otros miembros del cuerpo, y señaló que la ‘violencia fratricida’ debilita la cohesión indispensable de la institución.
Por su parte, la Fundación Je Kere, que defiende los derechos humanos, cuestionó si la Policía no estaba atravesada por una ‘corriente fascista’, tras los actos violentos protagonizados por algunos de sus miembros.
‘La Fundación Je Kere señala que Fantom 509 tiene un discurso y acciones que abogan por la supremacía de la fuerza sobre el poder civil, la educación, la ley y la justicia’, dijo la organización en un comunicado.
Añadió que sus métodos rechazan ‘los derechos humanos, la democracia, la separación de poderes, el estado de derecho, el respeto a la disciplina y la jerarquía dentro de la PNH, el derecho a la propiedad privada y el respeto a la dignidad humana’, aseguraron.
Fantom 509 nació al calor de las protestas de 2019 por mejoras laborales, aumentos salariales y primas económicas, sin embargo, su discurso se radicalizó cuando al siguiente año incendiaron stands de carnavales y atacaron la sede del ejército con un saldo de al menos dos fallecidos y una decena de heridos.
El Gobierno los calificó de célula terrorista y prometió desintegrar el cuerpo, sin embargo, hasta el momento continúan en activo.
Durante los movimientos de Fantom 509 la pasada semana, a los que se sumaron cientos de simpatizantes, ocuparon varias comisarías y liberaron a unos cinco agentes detenidos, y al margen asaltaron un saquearon un concesionario de autos en esta capital.
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