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Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 21 mar (Xinhua) -- Las unidades de cuidados intensivos de dos ciudades de Uruguay completaron por momentos su capacidad por primera vez en la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19, que comienza a mostrar su peor cara en el país sudamericano.
Según el informe del sábado a la noche de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), la ocupación de las camas para pacientes críticos alcanzó en promedio el 65 por ciento, cifra que preocupa a los médicos y las autoridades.
Como promedio, este porcentaje "que en la globalidad no es tan grave, nos muestra que hay algunas zonas del Uruguay donde hay niveles de saturación", explicó a Xinhua el presidente de SUMI, Julio Pontet.
"Han llegado a saturarse Rivera y Artigas", detalló Pontet, aludiendo a las ciudades norteñas que están en la frontera con Brasil, actual epicentro global de la pandemia, y que están separadas de ese país por una avenida y un puente, respectivamente.
La semana pasada, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, señaló que si bien a nivel nacional los CTI (Centro de Tratamiento Intensivo) "están lejos" de la saturación por departamentos, "puede estar complicado".
"De hecho, gente (pacientes) de Rivera (500 kilómetros al norte de Montevideo) fue trasladada a Tacuarembó", mencionó Lacalle como ejemplo de esa sobrecarga.
Para Pontet hay "luces encendidas" en la ocupación en el departamento de Cerro Largo (noreste), también fronterizo con Brasil, y en hospitales de Montevideo, aunque en la capital se activan traslados con facilidad entre diferentes unidades.
Richard Sander, el intendente de Rivera, departamento cuya capital es la ciudad homónima, confirmó que el 80 por ciento de las camas de CTI en ese distrito son COVID positivo, y que días atrás tres pacientes debieron ser trasladados a otro departamento.
En la vecina ciudad brasileña de Santana Do Livramento, espejo de Rivera, no hay camas disponibles para pacientes críticos, advirtió Sander entrevistado por la Televisión Nacional de Uruguay (TNU).
Pontet apuntó que en los casos de saturación se "ha logrado mantener la asistencia" con traslados de pacientes de COVID, que suelen ser los más complejos.
El plan de contingencia ante un escenario de saturación prevé que de las actuales 700 camas activas de CTI se sumen 200 gracias al acondicionamiento de áreas hospitalarias y la incorporación de personal sanitario capacitado.
"Todavía queda una capacidad importante, pero si sube 30 o 40 por ciento más la cantidad de pacientes en CTI vamos a quedar al límite de capacidad de asistencia", aclaró Pontet.
La gráfica de ingreso a CTI muestra "una línea ascendente casi recta desde el 10 de marzo", y va a seguir creciendo "si no baja la transmisión comunitaria del virus", sostuvo.
El gobierno de Lacalle mantiene su apuesta por la denominada "libertad responsable", que llevó al país a minimizar la pandemia en los primeros ocho meses, y estableció pocas limitaciones a la movilidad pese a que el país registra día a día máximos de nuevos casos y de casos activos.
Desde el 13 de marzo de 2020 Uruguay acumula 79.923 casos de COVID-19 y 776 muertes.
"Lo previsible es que para los próximos 8 o 10 días la situación siga empeorando, porque sigue aumentando el número de casos positivos", estimó Pontet.
El representante de la SUMI dijo que el personal de los CTI está "extremadamente preocupado", y en esas unidades hay "estrés, angustia y cansancio".
La vacunación contra el coronavirus, que comenzó el 1 de marzo y marcha a buen ritmo, será un alivio para los próximos meses, una vez completado el proceso de inmunización.