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NUEVA YORK, 15 mar (Xinhua) -- Muchas menos personas están muriendo a causa de la COVID-19 ahora que en enero, pero cada día mueren más de 1.000 estadounidenses a causa de esta enfermedad, solos en casa o en los hospitales, jadeando por aire, sufriendo infartos o falleciendo en silencio, informó hoy lunes USA Today.
Aunque el tratamiento de los pacientes más enfermos ha mejorado desde que la Organización Mundial de la Salud declaró a la COVID-19 como una pandemia hace un año, aproximadamente 20 por ciento de los pacientes lo suficientemente enfermos como para ser hospitalizados todavía acaban en terapia intensiva, una cifra que no ha cambiado en el último año, dijo Kevin Tracey, neurocirujano, así como presidente y director general de los Institutos Feinstein para la Investigación Médica, la rama de investigación de Northwell Health, el mayor proveedor de atención médica de Nueva York.
Y las tasas de mortalidad siguen siendo preocupantemente altas en las unidades de cuidados intensivos, señaló.
Los médicos también dijeron que la atención que prestan es claramente mejor que hace un año, aunque sólo sea porque la enfermedad se conoce mejor y los hospitales no están desbordados de pacientes desesperadamente enfermos.
"Hemos mejorado mucho en el manejo de los pacientes con COVID-19. Mucho mejor que en marzo (de 2020)", dijo Daniel Griffin, especialista en enfermedades contagiosas de ProHEALTHCare, que cuenta con 300 centros sanitarios en Nueva York.
Sin embargo, "los últimos 12 meses han estado llenos en gran medida de prueba y error, más que de aprendizaje sistemático, con poco esfuerzo coordinado y muchas oportunidades perdidas para convertir las experiencias miserables de millones de personas en lecciones para otros", opinaron médicos citados por el periódico.
"Un año después", dijo Tracey, "seguimos volando a ciegas".
"Los pacientes que sufren y los cuidadores esperanzados han llenado naturalmente las lagunas con opciones sin prescripción o fácilmente disponibles, algunas de las cuales podrían ser útiles y otras peligrosas; hay una investigación limitada para señalar la diferencia", dijo el periódico.
El Gobierno federal ha estado llevando a cabo ensayos clínicos en colaboración con empresas privadas, conocidos como el programa Acelerando las Intervenciones y Vacunas Terapéuticas contra la COVID-19 (ACTIV) para priorizar y acelerar el desarrollo de tratamientos prometedores.
Estos ensayos no han logrado responder las preguntas clave, indicaron varios médicos-investigadores.
Mientras tanto, como señal positiva, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, hasta el viernes habían sido administradas más de 100 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19 y se habían distribuido más de 133 millones de dosis de vacunas en todo el país.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la semana pasada que Estados Unidos contaría con suficientes dosis de la vacuna contra la COVID-19 para cada estadounidense adulto a finales de mayo.
Hasta el mediodía de hoy, el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins reportó 534.946 muertes por COVID-19 y cerca de 29,5 millones de casos confirmados en Estados Unidos, ambas cifras, las más altas del mundo.