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A la Sociedad Secreta La Trinitaria, con el liderazgo de Juan Pablo Duarte, ingresó como miembro y se destacó como uno de los principales colaboradores del líder de Los Trinitarios.
Por Héctor Tineo Nolasco
SANTO DOMINGO, DN, el 25 de febrero de 1816, nació en la ciudad de Santo Domingo, Matías Ramón Mella, llamado por los dominicanos Ramón Matías Mella, hijo de Antonio Mella y Francisca Castillo.
A la Sociedad Secreta La Trinitaria, con el liderazgo de Juan Pablo Duarte, ingresó como miembro y se destacó como uno de los principales colaboradores del líder de Los Trinitarios.
La Trinitaria fue la organización política que concibió Juan Pablo Duarte para fundar la República Dominicana. Su creación fue el 16 de julio de 1838, en la residencia de la señora Josefa ?Chepita- Pérez, en la hoy calle Arzobispo Nouel, en la zona colonial de Santo Domingo.
Con Juan Pablo Duarte, fueron fundadores de La Trinitaria: Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, Felix María Ruíz, Benito González, Juan Nepomuceno Ravelo, Felipe Alfau, José María Serra y Jacinto de la Concha.
Mella, al integrarse a La Trinitaria, lo hizo con dedicación. Respaldó la decisión de los trinitarios de apoyar el movimiento de la Reforma que estalló el 27 de enero de 1843, en Praslin, Haití, con el objetivo de derrocar al Presidente Jean Pierre Boyer.
Los trinitarios aprobaron la decisión porque de esa manera, entendían se crearía un ambiente favorable para avanzar el proyecto de proclamar la República Dominicana.
Tras ser derrocado Boyer, tomó el poder en Haití, Charles Herard, quien al poco tiempo de asumir la Presidencia fue enterado del plan de los próceres trinitarios y desató una campaña de persecución contra Duarte y sus compañeros.
El 12 de julio de 1843, Charles Herard, visitó la ciudad Santo Domingo con la decisión de arrestar a Duarte y a otros trinitarios.
Esa situación obligó a los próceres a realizar sus actividades en la clandestinidad. En esa circunstancia, Mella fue arrestado y enviado detenido a Puerto Príncipe. Al poco tiempo fue dejado en libertad.
Al retornar a la ciudad de Santo Domingo, se reintegró a las actividades conspirativas. En esa circunstancia Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez y Pedro Alejandrino Pina, se encontraban exiliados en Curazao.
Mella fue uno de los firmantes del manifiesto del 16 de enero de 1844, en el que se expresa que «Los dominicanos han tomado la firme resolución de separarse para siempre de la República Haitiana y constituirse en estado libre y soberano».
A Mella le tocó el honor de disparar el trabuco que anunció el nacimiento de la República Dominicana, el 27 de febrero de 1844, en la Puerta de la Misericordia, en la zona colonial de la capital dominicana.
Como un seguidor de Juan Pablo Duarte, Mella fue miembro de la Junta Central Gubernativa cuando los trinitarios sacaron del organismo a los conservadores encabezados por Tomás Bobadilla y Briones, pero cuando retomaron el poder bajo el liderazgo del general Pedro Santana, Mella fue perseguido y hecho prisionero, porque había proclamado la candidatura presidencial de Juan Pablo Duarte, durante un recorrido que hizo por La Vega, Santiago, Puerto Plata y otras comunidades del Cibao.
El 22 de agosto de 1844, Mella fue del grupo de trinitarios que junto a Duarte, fueron declarados traidores e infieles a la patria y condenados a vivir en el destierro a perpetuidad, en virtud de una resolución de la Junta Central Gubernativa controlada por Pedro Santana.
Mella retornó a República Dominicana, junto a Francisco del Rosario Sánchez, en 1848, acogiéndose a la amnistía decretada por el Presidente Manuel Jiménez.
Cuando Faustino Soulouque invadió el país, Mella se incorporó al Ejército, destacándose en la Batalla de Las Carreras.
A partir de ese momento colaboró con el Gobierno del General Pedro Santana.
En el año 1854, fue nombrado Ministro Plenipotenciario para gestionar ante España el reconocimiento de la República Dominicana, y en el año 1855, fue nombrado ministro de Guerra del Presidente Pedro Santana.
A partir de ese momento, Mella ocupó otras funciones públicas, pero cuando estalló la Guerra de la Restauración de la República, apoyó la lucha patriótica. Por enfermedad no se pudo mantener en el campo de batalla de las fuerzas restauradoras.
El 17 de marzo de 1864, enfermo, fue escogido Vicepresidente del Gobierno Restaurador. Postrado en su residencia de la calle 16 de Agosto esquina Cuba, en Santiago de los Caballeros, fue visitado por el patricio Juan Pablo Duarte, quien tuvo la oportunidad de saludarlo por última vez el 7 de marzo de 1864.
El prócer Manuel Rodríguez Objio describió la visita de Juan Pablo Duarte a Mella, con las siguientes palabras:
«Visitó al ilustre General Mella el 7 de Marzo, soldado de dos grandes épocas, que se hallaba postrado en su lecho de muerte en una pequeña casa de las improvisadas después del incendio y cerca del fuerte San Luis, ahí le abrazó Duarte, después de 20 años de separación, no sin dejar de expresar su indignación por la extrema pobreza en que se encontraba aquel hombre que llegó a ser un gran jerarca militar y con categoría de patriota y héroe nacional, a Duarte le manifestó Mella que ante la imposibilidad de vivir para ver su patria libre de huestes extranjeras deseaba que lo enterraran en la fosa envuelto en la Bandera Nacional como sudario, esta solicitud conmovió a Duarte quien no pudo evitar derramar algunas lágrimas al tiempo de darle el último abrazo». (sic)
Ramón Matías Mella, murió en la ciudad de Santiago de los Caballeros, el 4 de junio de 1864. Lo acompañaban su esposa Josefa Brea, miembros de la familia y algunos vecinos.
Para cumplir su último deseo su cadáver fue envuelto en la bandera nacional.