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JERUSALEN, 11 feb (Xinhua) -- Cuando Israel empezó el despliegue de la vacuna contra la COVID-19 a finales de 2020, se convirtió rápidamente en uno de los líderes en tasa de inoculación per cápita. Sin embargo, en los días recientes ha surgido una significativa desaceleración en el número de personas que se vacunan.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud, más de 80 por ciento de la población de entre 70 y 90 años se ha vacunado. Pero esto no es suficiente.
A pesar de un confinamiento nacional de tres semanas, los niveles de morbilidad por COVID-19 no se han reducido significativamente, lo que empaña el efecto de la vacunación.
En un intento por elevar los niveles de inoculación, Israel ha ampliado la esfera de aplicación y ha permitido que se vacunen todas las personas mayores a los 16 años.
"Vayan a vacunarse. Quien tenga más de 50 años, y también los más jóvenes, deben hacerlo inmediatamente. Sólo así podremos detener la propagación de la pandemia", dijo esta semana el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Sin embargo, los menores de 60 años y ciertos grupos, como los judíos ultraortodoxos y los árabes, se han mostrado reacios a vacunarse.
Ha surgido un debate acalorado en el país sobre si se incentiva a las personas a vacunarse e incluso se niegan ciertos privilegios a quienes no lo hagan.
"Esto se tiene que hacer con mucho cuidado, hay que alentar a la gente, pero definitivamente no coaccionarla", dijo Nadav Davidovitch, quien dirige la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben-Gurion de Israel.
"No basta con culpar a la desinformación en las redes sociales. Tenemos que tomar en serio la preocupación de la gente por vacunarse y encontrar la forma correcta de llegar a ellos", dijo Neta Kligler-Vilenchik, del personal docente del Departamento de Comunicación y Periodismo de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
"La forma de conseguir que la gente se vacune no puede hacerse sólo desde arriba, desde el Ministerio de Salud. Hay que involucrar a los ayuntamientos locales y a los médicos familiares, y el esfuerzo tiene que ser más específico", dijo Davidovitch a Xinhua.