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ESTOCOLMO, 1 feb (Xinhua) -- La pérdida de olfato es uno de los síntomas que experimentan las personas contagiadas por el nuevo coronavirus. Ahora, científicos en Suecia esperan que una comparación única de imágenes cerebrales tomadas antes y después del contagio pueda arrojar luz sobre este fenómeno que parece ser muy común, informó hoy lunes la televisión pública sueca SVT News en línea.
"Creemos que entre 50 y 70 por ciento de las personas que han padecido COVID-19 tienen algún tipo de problema con el sentido del olfato. Calculando que a medio millón de suecos se les ha confirmado COVID-19, una proporción significativa tendrá problemas permanentes", declaró a SVT Johan Lundstrom, investigador y profesor titular del Instituto Karolinska.
"La COVID-19 destruye las células de soporte de los receptores sensoriales del olfato. Creemos que el virus se instala en la parte del cerebro olfativo llamada bulbo olfativo a través de los nervios olfativos", dijo Lundstrom.
El nuevo estudio investigará ahora esta teoría. Se incluyen veinte individuos, de los cuales diez han dado positivo en la prueba de COVID-19. Antes de la pandemia, a todos ellos se les escaneó el cerebro con resonancia magnética para otro proyecto de investigación sobre el sentido del olfato. Ahora, se harán nuevos escaneos y se compararán con los anteriores.
La pérdida del olfato, que parece ser más frecuente entre las mujeres jóvenes que contrajeron COVID-19, también se ha relacionado con otros problemas, como una considerable pérdida de peso. Para compensar la pérdida del olfato, los pacientes de COVID-19 suelen consumir más azúcar y alimentos grasos. La afección también se ha relacionado con depresiones si el problema es duradero, dijo Lundstrom.
"No sabemos exactamente a qué se debe, pero una teoría es que las mismas partes del cerebro que procesan los olores se ven afectadas por la depresión".
Los primeros resultados son esperados dentro de seis meses.