Santiago de Chile, 7 ago (PL) La justicia chilena ordenó que los exámenes de ADN a los restos del poeta Pablo Neruda, en el marco de la investigación para conocer las causas de su muerte, sean realizados en el extranjero.
Así lo dictaminó el juez Mario Carroza, quien en su anterior resolución ofició al Servicio Médico Legal (SML) de Chile para que llevara a cabo la pesquisa, según declaró hoy al diario El Mercurio el sobrino de Neruda y abogado de esa familia, Rodolfo Reyes.
De acuerdo con el letrado, la nueva orden no especifica el lugar al que serán enviadas las muestras, sin embargo, establece que tanto él como sus dos hermanos deberán someterse a exámenes genéticos para corroborar que las osamentas exhumadas de la tumba de Isla Negra, en Valparaíso, pertenecen al escritor.
En julio último, el juez Carroza dictaminó que de no arrojar resultados la identificación con esas pruebas, se realizarían a partir de las osamentas de los padres de Neruda, inhumados en el Sur.
Los restos del poeta fueron exhumados el 8 de abril, para someterlos a pesquisas periciales, a fin de determinar si su muerte fue natural o provocada por la dictadura de Augusto Pinochet.
El estudio se realiza en respuesta a una querella criminal interpuesta por el Partido Comunista de Chile (PC), organización en la que el intelectual militó toda su vida, llegando a ser miembro de su Comité Central, senador y candidato a la presidencia de la República.
Reyes también es parte de la querella, que busca descubrir si la causa de muerte fueron sustancias extrañas suministradas a su organismo.
El abogado Eduardo Contreras, que representa al PC, ha insistido en que lo primero que se debería determinar en todo este proceso es si realmente los restos exhumados el 8 de abril corresponden al poeta.
La causa se abrió en 2011, luego de que el chofer de Neruda, Manuel Araya, revelara que una extraña inyección fue puesta en el abdomen del Premio Nobel de Literatura 1971, mientras permanecía en la clínica Santa María.
El poeta, quien padecía de cáncer, murió el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende.
En reciente entrevista con Prensa Latina a propósito del proceso investigativo, Contreras insistió en que no existe garantía alguna de que los huesos que estaban en la tumba de Isla Negra eran los de Neruda.
El abogado recordó que la osamenta del bardo fue colocada inicialmente en el panteón de la familia Dittborn, con la cual la esposa del escritor, Matilde Urrutia, tenía relaciones de amistad.
Los restos luego fueron trasladados a un nicho en el Cementerio General, donde permanecieron hasta 1992, cuando se les llevó a Isla Negra, una de las tres casas que tuvo el Premio Nobel de Literatura 1971, ubicada en la comuna El Quisco, en la región de Valparaíso. Allí reposa también su esposa Matilde.
«Quién observó el traslado de los restos de Neruda al nuevo lugar, quién redujo y cómo se redujeron los restos a un nicho más pequeño, qué huesos se trasladaron, cuáles no se llevaron, cuáles pueden servir aún para una pericia, nada de eso se sabe», reflexionó Contreras.
En opinión del abogado querellante, el procedimiento resulta muy necesario, si se tiene en cuenta que en los años 80 Pinochet ordenó la llamada operación Televisores.
Como parte de dicha operación, los militares tomaban restos de detenidos-desaparecidos y los lanzaban al mar, los quemaron, y trastocaron tumbas para que si en el futuro hubiese una investigación judicial no se pudiesen encontrar los cuerpos.
«Si ellos hicieron eso con muchas personas, por qué no pudieron hacerlo también con Neruda», preguntó.
2013-08-07 18:43:16