Nairobi, Kenia 26 septiembre.- Trabajando cerca de cadáveres aplastados por los escombros en un centro comercial afectado por el fuego y acribillado a balazos, los agentes del FBI comenzaron el miércoles a tomar muestras de ADN y a realizar análisis balísticos para determinar la identidad y nacionalidad de las víctimas del ataque armado de al-Shabab, que dejó más de 60 muertos.
Un hueco en el techo del edificio fue obra de soldados kenianos que dispararon granadas autopropulsadas y derribaron una columna, informó a The Associated Press un funcionario del gobierno.
El funcionario, que insistió en no ser identificado porque estaba compartiendo información de seguridad, dijo que los soldados dispararon para distraer a un francotirador terrorista con el fin de evacuar a los rehenes.
Un video del techo colapsado muestra una matanza brutal. El techo se desplomó el lunes poco después de cuatro fuertes explosiones, a lo que siguieron columnas de humo negro. Aunque un ministro del gobierno dijo que los terroristas habían incendiado varios colchones, lo que provocó el derrumbe del techo, el video mostró una destrucción de tal magnitud que la explicación parecía ser insuficiente.
La organización Al-Shabab dijo el miércoles en Twitter que las fuerzas del gobierno «demolieron» el edificio. El saldo de muertos en este momento es de 67 y posiblemente aumente con una cifra potencial de personas atrapadas bajo los escombros. Otras 175 personas resultaron lesionadas, entre ellas más de 60 que están hospitalizadas. Por lo menos 18 extranjeros están entre los fallecidos.
Al-Shabab, el grupo extremista somalí que realizó el ataque, dijo el miércoles que los extranjeros eran «blancos legítimos» y confirmó versiones de testigos de que los atacantes separaron a los musulmanes de otras personas y los dejaron ir.
Los otros fueron abatidos a tiros o tomados en calidad de rehenes. «Los mujaidines han tomado todas las precauciones posibles para separar a los musulmanes de los kafires (infieles) antes del ataque», indicó el grupo en un intercambio de mensajes electrónicos con The Associated Press.
Los testigos han dicho a la AP y a otros medios de prensa que los atacantes hicieron preguntas sobre el islam que sólo un musulmán debe saber y les dijeron a los musulmanes que salieran del lugar. Sin embargo, hubo varios musulmanes entre las víctimas.
Entre los muertos en el centro comercial Westgate el sábado hay seis británicos y ciudadanos de Francia, Canadá, Holanda, Australia, Perú, India, Ghana, Sudáfrica y China. Al preguntársele si el grupo tenía la intención de matar a extranjeros, al-Shabab dijo que «nuestro objetivo era atacar al gobierno keniano en su territorio y cualquier parte del territorio keniano es un blanco legítimo… Kenia debe ser responsable de la pérdida de vida, sean extranjeros o no».
Al-Shabab había amenazado con represalias contra Kenia por enviar soldados a Somalia a combatir al grupo, y muchos de los muertos en el ataque fueron Kenianos. El líder del grupo, Ahmed Godane, dijo el miércoles en una declaración grabada que el ataque fue en represalia por el apoyo de Occidente a la invasión de Somalia por parte de Kenia y el «interés de sus compañías petroleras».
Somalia cuenta con reservas de energía no aprovechadas. Habrá más ataques, dijo Godane, si Kenia no retira sus soldados.
Aunque el canciller keniano había dicho que «dos o tres» ciudadanos estadounidenses fueron afectados por el ataque, un funcionario occidental dijo que tras revisar las bases de datos de pasaportes y refugiados, no hay ningún indicio de ello. Varis ciudades norteamericanas, notablemente Minneapolis, tienen grandes comunidades de somalíes.
2013-09-26 14:56:28