Internacional

El presidente Barak Obama firmó una ley para que los militares cobren durante el tranque

Washington DC 1 octubre.- El Gobierno de EE.UU. se vio obligado a suspender parte de sus operaciones por primera vez en 17 años, tras vencerse esta medianoche el plazo para aprobar un presupuesto y ante la falta de acuerdo en un Congreso profundamente dividido.

La medianoche de este lunes marcaba el fin del plazo para llegar a un acuerdo que permitiera continuar financiando las actividades del Gobierno, lo que forzará a prescindir de unos 800,000 funcionarios y podría costar más de 1.000 millones de dólares a las aarcas públicas, según la Casa Blanca.

En tanto, el presidente de EE.UU., Barack Obama, firmó anoche mismo una ley que permitirá que todos los militares sigan recibiendo sus salarios durante el cierre del Gobierno, que pudo ocurrir desde medianoche, mientras la Cámara Baja iniciaba una nueva estrategia de negociación con el Senado para aprobar un presupuesto.

Poco más de una hora antes de que entrara en vigor el anunciado cierre del Gobierno, Obama firmó la ley sobre los militares, aprobada unánimemente el domingo por la Cámara de Representantes y respaldada de la misma forma ayer por el Senado.

La medida aseguró el pago a los militares activos, la Guardia Costera y los civiles y contratistas que les sirven directamente de apoyo en los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional durante el periodo que dure el cierre temporal del Gobierno.

No obstante, se estima que el 50 % de los 800,000 empleados civiles del Pentágono serán enviados a casa, muchos de ellos sin cobrar, mientras dure la crisis.

Mientras, los líderes de la Cámara de Representantes iniciaron anoche un intento de entrar en negociación formal con el Senado, una medida que difícilmente evitará el cierre pero podría acelerar la resolución de la crisis.

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UN PLAN DE LOS REPRESENTANTES

El plan de la Cámara de Representantes consiste en convocar un comité de conferencia, un mecanismo reservado a situaciones extraordinarias que permite congregar a varios miembros del Senado y la Cámara Baja con el fin de allanar diferencias respecto a una ley en particular.

No obstante, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, pareció descartar de inmediato la propuesta de la Cámara. «Nos gusta resolver los asuntos, pero no vamos a ir a una conferencia con una pistola en la cabeza. No iremos a una conferencia hasta que consigamos una propuesta limpia (que no contenga ataques a la reforma sanitaria», advirtió Reid.ra.

2013-10-01 13:13:27