Por José A. Delgado / jdelgado@elnuevodia.com
WASHINGTON – Cientos de empleados civiles del Pentágono y la Guardia Costanera en Puerto Rico pueden regresar a sus tareas esta semana, en momentos en que el Congreso, además, encamina la medida que permitirá a los cerca de 4,000 trabajadores en la Isla que han estado sin trabajar a recuperar sus salarios una vez termine el cierre parcial del gobierno federal.
Ayer, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y el secretario interino de Seguridad Interna (Homeland Security), Rand Beers, anunciaron que la ley suscrita por el presidente Barack Obama que asegura los salarios de los militares, autoriza también que más del 90% de los 350,000 civiles del Pentágono y la Guardia Costanera regresen a sus funciones a partir de mañana.
Los funcionarios del Pentágono y la Guardia Costanera representan casi la mitad de los empleados que han estado obligados a acogerse a una licencia sin sueldo. Con el anuncio de ayer se calcula que más de 300,000 de los 800,000 que en total han tenido que quedarse en sus casas podrán volver a sus trabajos.
«Abogados del Departamento de Defensa y del Departamento de Justicia concluyeron que la ley permite eliminar el cese de jornada para empleados cuyas responsabilidades contribuyen a la moral, el bienestar, la capacidad y la preparación de los miembros del servicio militar», indicó Hagel.
Más de 250 empleados civiles en el Fuerte Buchanan -incluidos funcionarios de la Reserva del Ejército y de la guarnición de la instalación militar- han estado sin trabajo desde el martes.
Poco antes, la Cámara de Representantes aprobó pagar retroactivamente a los cerca de 800,000 empleados que han tenido que quedarse en sus casas durante los últimos cinco días como consecuencia de un cierre parcial del gobierno federal, que los mismos legisladores con sus acciones han suscitado y prolongado.
A todo el mundo le pareció justo que no se penalice a empleados que son víctimas de la falta de consenso entre republicanos y demócratas, pero llamó la atención el absurdo de que se garanticen sus salarios sin antes conocerse cuándo regresarán al trabajo.
Ante la falta de presupuesto, el Gobierno estadounidense tuvo que dejar fuera de sus tareas oficiales a cerca del 40% de sus empleados, que por ley están impedidos de cumplir con sus funciones, mientras limitaba servicios en oficinas y cerraba atracciones turísticas financiadas con fondos federales.
«Vacaciones pagadas»
«En efecto son unas vacaciones pagadas. Pero, ¿por qué no permitirles trabajar?», cuestionó el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, al reclamar que los republicanos del Congreso retiren su exigencia de condicionar la reapertura del Gobierno federal a una negociación sobre el futuro de la reforma federal de salud.
El Senado, donde el procedimiento para llevar una legislación a votación suele ser lento, consideraría la medida esta misma semana.
El presidente Barack Obama ha indicado que firmará el proyecto que autoriza la paga retroactiva a los empleados federales cesados temporalmente, consecuencia de un cierre parcial del gobierno que cumplió su quinto día y que ha generado una crisis política.
Los legisladores federales promovieron la medida después de que se cuestionara públicamente que son de los pocos que tienen asegurados sus salarios, un ingreso anual de $174,000.
Los republicanos han mostrado una tendencia a querer apagar denuncias que se hacen en los medios sobre la disfunción de los servicios gubernamentales, como en el caso del acceso a los cientos de parques y museos financiados por el gobierno federal. Lo mismo con respecto a entidades claves como el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Pero, los republicanos insistieron en su posición de que todo el cierre se resuelve si la Casa Blanca y los demócratas aceptan sentarse a discutir cambios a la reforma federal de salud, que apenas comienza a implantarse. «Es hora de negociar», señaló el senador republicano Michael Enzi (Wyoming).
2013-10-06 06:11:56
