Santo Domingo RD 30 noviembre.- La disputa por el archipiélago, denominado Senkaku por Japón y Diaoyu por China, se remonta a 1971, cuando China reclama su soberanía, en momentos en que sería devuelta a Japón, luego de ser administrado por Estados Unidos (1945-1972), tras la Segunda Guerra Mundial.
Japón argumenta que cuando incorpora las islas a su territorio en 1895, estaban despobladas, y que China solo se interesó, a partir del descubrimiento de yacimientos petrolíferos en la zona, en la década de los 70. Mientras China arguye que las islas han sido parte de su territorio desde la antigu¨edad, siendo una importante reserva pesquera de la provincia de Taiwán.
Esta última, tras separarse de China, también reivindica la soberanía de las islas.
El año pasado, se intensifican las fricciones tras la decisión de Japón de comprar tres de las islas a un propietario privado. La nacionalización provocó protestas y el gobierno de Pekín envió dos barcos patrulleros. Mostrando mayor firmeza, se estableció la Zona Aérea de Defensa.
El principal problema radica en que crea un área que se superpone entre las zonas de defensa aérea de ambos países. Ya el Gobierno chino anunció que los aviones que entren en el área deben informar los planes de vuelo e identificarse. De lo contrario, el ejército tomaría «medidas de emergencia defensivas».
La nueva zona no solo afecta a Japón, sino también se solapa con Corea del Sur y Taiwán.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe ordenó que se ignore la solicitud china de informar sobre los planes de vuelo. De su lado, Estados Unidos, aliado de Japón, advirtió que lo apoyaría militarmente si surge cualquier confrontación. En un claro desafío a China, envió dos aviones bombarderos B- 52 para sobrevolar la «zona de identificación de defensa aérea». Sin lugar a dudas, la acción de China reforzará la posición de Abe de incrementar la capacidad de defensa de Japón, de tradición pacifista desde la Segunda Guerra Mundial.
Coloca a Estados Unidos en una posición incómoda, en confrontación con China, y probablemente con su aliado Taiwán.
Aunque, en caso de un enfrentamiento militar, cuenta con grandes ventajas, por la cantidad considerable de soldados en Japón y Corea del Sur, y su VII Flota en los mares de la zona. Una escalada de hostilidades, además, podría servir de detonante de otros conflictos territoriales: China con Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán.
Luce difícil una solución por arbitraje internacional, ya que la definición de las Zonas de Defensa Aérea no está establecida en el derecho internacional, y puede extenderse más allá del territorio soberano. Contrariamente, la cuestión de la soberanía de las islas podría someterse, aunque es muy improbable que ambos países acepten que un tercero decida sobre un asunto que es incuestionable en el plano doméstico.
En un esquema más amplio, el caso guarda similitudes con otros problemas territoriales, a diferencia que podría tener mayores repercusiones, desestabilizando el Noreste Asiático. La superpotencia en ascenso, China, estará en la mira del mundo no porque sea ilegítimo su reclamo, sino por la forma (diplomática o agresiva) en que plantee esta cuestión.
SENKAKU/DIAOYU, DOS NOMBRES PARA UN LUGAR
El archipiélago esta formado por ocho pequeñas islas despobladas y rocosas con una superficie total de 7 Kilómetros cuadrados.
Se encuentra ubicado en el mar de China Oriental al nordeste de Taiwán, este de China y sudoeste de Japón.
Su importancia radica en su ubicación geográfica, cerca de importantes rutas comerciales, sus cuantiosos recursos pesqueros y yacimientos petrolíferos.
2013-11-30 16:05:20
