Washington, 10 ene (PL) El escándalo que golpea al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, por el cierre de un puente como venganza política contra un alcalde demócrata, favorece las aspiraciones de otros republicanos de llegar a la Casa Blanca, estiman hoy medios estadounidenses.
Christie hasta ahora era la principal figura republicana para obtener la nominación partidista para retar a los demócratas por el control de la Casa Blanca, según encuestas divulgadas antes del escándalo que estalló el miércoles pasado.
Un sondeo de la Universidad de Quinnipiac, difundido el jueves, lo situaba como el «candidato más caliente» para obtener el apoyo del partido.
Sin embargo, tras las revelaciones de los malos manejos de su equipo no está claro hasta donde la controversia afectará sus posibilidades, pese a que el político trata de marcar distancia de los hechos y plantea que no tiene nada que ocultar.
Según el diario digital The Hill, algunos republicanos aseguran que es demasiado pronto para tener una idea sobre cómo el problema afectará las posibilidades del político republicano.
Ana Navarro, exasesora durante la campaña en 2008 del candidato republicano John McCain, consideró que hay tres grupos que se benefician de los problemas de Christie, en primer lugar los demócratas y luego los republicanos opuestos a éste.
Pero más concretamente tres posibles aspirantes republicanos que comparten su mismo espacio: Scott Walker, Jeb Bush y Paul Ryan, eventuales retadores que son vistos con ideas parecidas a la del político de Nueva Jersey.
En las semanas y meses siguientes los observadores dicen que varios posibles candidatos podrían aprovecharse de los problemas de Christie, plantea The Hill.
Walker, gobernador de Wisconsin, es visto por muchos como el mayor rival de Christie, al encabezar un gobierno en un estado dominado por los demócratas y presentar una imagen que puede ser más aceptable para los conservadores.
Analistas predicen que si gana su reelección este año, se convertirá en una figura a tener en cuenta para los comicios de 2016.
Otra figura que puede aumentar sus posibilidades es el exgobernador de Florida Jeb Bush, aunque sobre él pesa el nefasto legado de su hermano George W. y su apoyo a la reforma migratoria y a la educativa que irritó al ala más conservadora de los republicanos.
Entre otros que pueden encarrilar su campaña están los senadores Ted Cruz, abanderado de los conservadores del Tea Party, Rand Paul y Marco Rubio y el representante Paul Ryan.
Por lo pronto, el escándalo que algunos denominan como Bridgegate parece ser el inicio de la larga carrera hacia 2016 en la que previsiblemente los llamados trapos sucios se convertirán en noticia de primera plana en el país.
2014-01-10 20:05:13
