París, 5 mar (PL) La clase política francesa reaccionó hoy con estupor e indignación tras la publicación del contenido de varias grabaciones hechas al expresidente Nicolás Sarkozy, cuando estaba en el ejercicio de sus funciones en el Palacio del Elíseo.
Numerosas reuniones de trabajo del antiguo jefe de Estado fueron registradas subrepticiamente con el uso de un intercomunicador por el entonces consejero Patrick Buisson.
Este miércoles, algunos medios difundieron el contenido de una parte de estas cintas, en las cuales el exmandatario y sus colaboradores trataban asuntos relacionados con sus labores o criticaban con cierta dureza a determinados miembros del ejecutivo.
El escándalo, bautizado ya por la prensa como «Sarkoleaks» sacude a la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) cuando faltan 18 días para las elecciones municipales.
Los dirigentes de esa agrupación condenaron casi de manera unánime a Buisson por esta práctica y aseguraron que el expresidente fue víctima de una maniobra baja.
Una excepción fue el antiguo ministro del Interior, Brice Hortefoux, quien se negó a comentar el caso para, según dijo, no alimentar polémicas inútiles.
Hortefoux se limitó a citar una máxima del sabio chino Confucio, quien afirmó que «el silencio es un verdadero amigo porque él no traiciona jamás».
Se trata de un segundo golpe a la UMP después de las revelaciones en el semanario Le Point sobre pagos indebidos a una empresa propiedad de amistades del presidente en funciones de ese partido, Jean-François Copé.
Mientras, la ministra de Justicia, Christiane Taubira, dijo este miércoles estar aterrada por las grabaciones clandestinas a Sarkozy, las cuales calificó de una actitud desleal que agrede a la moral pública y las instituciones.
Harlem Désir, primer secretario del gubernamental Partido Socialista (PS); y Bruno le Roux, presidente del grupo legislativo de esa formación política, señalaron hoy la posibilidad de demandar la creación de una comisión investigadora sobre las grabaciones ilegales.
Por su parte Julien Dray, vicepresidente por el PS de la región del Ile-de-France, dijo que el caso revela el ambiente que existía, y existe aún, en el seno de la derecha conservadora.
2014-03-05 17:55:54
