Internacional

FARC-EP aboga por redefinición de política antinarcóticos

La Habana, 28 mar (PL) Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) abogaron hoy aquí por una política antinarcóticos con enfoque humanizado insertada en el contexto de una Reforma Rural Integral.

A través de un comunicado, la insurgencia destacó la reciente realización de la Cumbre Nacional Agraria, celebrada en Bogotá, del 15 al 17 de marzo, donde además de las demandas en torno al tema rural y la explotación minero-energética, el campesinado colombiano agregó sus opiniones sobre los cultivos de hoja de coca, marihuana y amapola.

En la visión de los campesinos, no es la erradicación forzada y las fumigaciones aéreas que envenenan los campos lo que resolverá el problema, afirmó la guerrilla al criticar por fracasada y represiva la política antidrogas del Gobierno y reconocer al sector rural como principal víctima de esta problemática y sus impactos.

Por ello, en el contexto del XXII ciclo de los diálogos de paz desarrollados desde noviembre de 2012 en esta capital, las FARC-EP consideraron que «hay que iniciar con redefinir los lineamientos de una nueva política antinarcóticos con enfoque humanizado».

En ese sentido, manifestaron que tal política debía comprometerse con un programa de sustitución (de cultivos ilícitos) participativo, concertado, gradual, ambientalmente sostenible que se inscriba en los marcos de una reforma rural integral profunda, estructural, que permita el bienestar y buen vivir de las comunidades rurales.

Ello implica ligar estos programas de sustitución con el conjunto de la Reforma Rural Integral, a la planeación y ordenamiento territorial, al fortalecimiento de la economía campesina, dentro de tiempos y procedimientos que ayuden a los afectados a salir de la miseria que los agobia, aseveraron las FARC-EP.

Desde enero, la guerrilla expuso detalladamente su política antidrogas, contraria a la visión del Ejecutivo de erradicación forzosa de cultivos ilícitos a través de la llamada guerra contra las drogas, que las FARC-EP rechazan por su nula efectividad e impacto negativo en la población y medio ambiente.

Por su parte, la iniciativa insurgente prevé la sustitución de los usos ilícitos de la hoja de coca, amapola y marihuana, mediante programas de desarrollo alternativo que garanticen ingreso, bienestar y trabajo digno a las comunidades, y con la intervención directa del Estado para regular la producción y el mercado de tales cultivos.

En estos momentos, las conversaciones de paz entre las FARC-EP y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos discurren sobre la cuestión de las drogas ilícitas, tercer tema en tratarse de una agenda de seis puntos, luego de que en 2013 ambas partes alcanzaran acuerdos esenciales en la cuestión agraria y la participación política.

2014-03-28 18:02:55