Riad, 14 may (PL) El canciller de Arabia Saudita, príncipe Saud Al-Faisal, reiteró la invitación a su homólogo de Irán, , a visitar el reino y dialogar con el ánimo de zanjar cualquier diferencia, destacaron hoy fuentes oficiales.
«Hemos enviado al ministro de Relaciones Exteriores (iraní) una invitación para visitar Arabia Saudita, pero esta intención no se ha concretado, no nos ha visitado, aunque en cualquier momento que él crea oportuno para venir estamos desando recibirlo», comentó a periodistas el titular wahabita.
Al-Faisal habló anoche en una rueda de prensa tras finalizar en Riad el Primer Foro Económico y de Cooperación Árabe con Asia Central y Azerbaiján, y sus declaraciones tuvieron tal repercusión que en una acción poco usual la agencia oficial de noticias SPA reabrió sus trasmisiones para insertarlas.
Medios televisivos y diarios afín al Gobierno reprodujeron este miércoles las palabras del príncipe en la clausura del referido foro, e hicieron hincapié en la parte relativa a la república islámica.
A la pregunta de si pensaba invitar en el futuro a su par persa u otra autoridad iraní para debatir asuntos de interés regional, el ministro indicó que ha habido discusiones sobre un deseo de renovar la comunicación bilateral, expresado por funcionarios, el presidente (Hassan Rouhani) y el propio Zarif.
«Irán es un vecino, mantenemos relaciones y negociaremos con ellos, hablaremos con ellos en la esperanza de que si hay algunas diferencias, éstas serán resueltas para satisfacción de ambos países», apuntó.
Nuestra esperanza, prosiguió el titular de Exteriores, es que Irán se convierta en parte del esfuerzo por hacer la región tan segura y próspera como sea posible, y no sea parte del problema de la inseguridad.
Temas políticos regionales como la guerra en Siria y la resistencia a Israel en El Líbano y en el territorio palestino de la franja de Gaza suscitan frecuentes fricciones entre Arabia Saudita e Irán.
El reino árabe, gobernado por la dinastía Al Saud devota del wahabismo, una rama conservadora del Islam sunnita, alienta el apoyo político y logístico a la oposición armada contra el presidente sirio, Bashar Al-Assad, al que respalda la nación persa, apegada a una interpretación básica del chiismo.
Al-Assad, miembro de la minoritaria secta chiita alawita, es un estrecho aliado de Teherán y en la actual guerra es ayudado militarmente por milicianos del movimiento de resistencia libanés Hizbulah, que también tiene estrechos nexos con la república islámica.
2014-05-14 17:30:43
