

BY POR JORGE SAINZ
ASSOCIATED PRESS
MADRID, 2 de Junio de 2014 — Juan Carlos de Borbón, el rey que condujo España de la dictadura a la democracia, anunció el lunes la abdicación en su hijo Felipe de Borbón, en un inesperado relevo que pretende inyectar aire fresco a los desafíos que enfrenta el país.
El histórico anuncio, que pone fin a 39 años de reinado, lo realizó el presidente del gobierno Mariano Rajoy. Horas después, Juan Carlos, de 76 años, dijo que cede el testigo a una nueva generación y desvinculó la abdicación de cualquier problema político o de salud.
«Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando», dijo el rey en un breve mensaje televisado a la nación.
«Mi hijo Felipe, heredero de la corona, encarna la estabilidad», añadió.
Felipe, de 46 años y todavía príncipe de Asturias, será el próximo monarca y reinará como Felipe VI junto a su esposa Letizia Ortiz.
Juan Carlos destacó la «madurez y la preparación» de su hijo e insistió en la necesidad de emprender reformas que permitan «abrir una nueva etapa de esperanza». Mensajes de cambio que, según algunos analistas, responden a los desafíos que la crisis económica ha abierto en España, donde gran parte de la sociedad entiende que el modelo constitucional surgido tras la muerte de Francisco Franco en 1975 está agotado.
España está obligada a cambiar su constitución, que todavía prima al varón sobre la mujer en la línea de sucesión al trono, para garantizar que la hija mayor de Felipe, la infanta Leonor, sea heredera. Y no se descarta que esa excusa permita un debate más amplio para abordar cuestiones tan críticas como el referendo independentista catalán y el nacionalismo vasco, como pide el opositor Partido Socialista desde hace meses.
«La abdicación favorece el debate sobre la posible reforma de la constitución. Pero no creo que se produzca a corto plazo», señaló Antonio Barroso, analista de riesgos de la firma Teneo Intelligence en Londres. «Los grandes partidos podrían acordar un nuevo encaje de Cataluña en España, pero a largo plazo», agregó.
Artur Mas, presidente del gobierno catalán, aseguró que la consulta del 9 de noviembre se mantiene, pese a que el gobierno ha dicho en reiteradas ocasiones que no se celebrará.
«Hay cambio de rey en España, pero el proceso (catalán) sigue adelante. En eso no hay cambios», dijo Mas. «El 9 de noviembre tenemos una cita con nuestro futuro».
Rajoy convocó un Consejo de Ministros extraordinario el martes para abordar una sucesión inédita en la historia de España. La constitución establece que el Parlamento es el encargado de proclamar al nuevo rey. El jefe del gobierno espera que el proceso culmine en un «plazo breve», probablemente antes de final de mes, y afirmó que Felipe es «sólida garantía de que su desempeño como jefe de Estado estará a la altura de las expectativas».
«Estoy seguro de que los españoles sabremos escribir una nueva página de nuestra historia, con clima sereno, con tranquilidad y agradecimiento a la figura de su majestad del rey», dijo Rajoy.
Juan Carlos entregó a Rajoy una carta de apenas cuatro líneas en la que formalizaba su renuncia. La imagen del monarca firmando el documento en su despacho del Palacio de la Zarzuela fue distribuida por la Casa Real para inmortalizar el momento.
La abdicación se produce en un momento especialmente delicado para España y también para la monarquía, afectada por el escándalo de corrupción que salpica a la hija del rey, la infanta Cristina.
La incipiente recuperación que vive el país, todavía golpeado por un desempleo cercano al 26%, no ha conseguido aliviar el desprestigio que sufren las instituciones, mientras la propia unidad de España parece en riesgo con el separatismo catalán.
Todos los partidos políticos saludaron la figura del rey y elogiaron su papel histórico como instaurador de la democracia y de un largo periodo de prosperidad sin guerras civiles, como la que desangró el país entre 1936 y 1939.
Sin embargo, algunas formaciones de izquierda pidieron un referendo sobre la continuidad de la monarquía. Y varias organizaciones convocaron concentraciones a favor de una república en la mayoría de las capitales del país.
Juan Carlos es una persona carismática. La sociedad todavía le agradece la forma en la que lideró la transición a la democracia tras la muerte del general Francisco Franco en 1975 y su papel en defensa del Estado tras la intentona militar golpista del 23 de febrero de 1981.
Sin embargo, su popularidad se ha resentido en los últimos años. Según una encuesta reciente del diario El Mundo, el índice de aprobación del monarca se situaba en 41%, mientras que el de Felipe alcanzaba 70%.
La imagen de Juan Carlos se vio afectada primero con la rotura de su cadera en un polémico safari para cazar elefantes en África en 2012, que le obligó a pedir perdón públicamente. Pero lo que más daño hizo fue la imputación de su hija la infanta Cristina y su esposo Iñaki Urdangarín por presuntos delitos de malversación de fondos públicos.
Paralelamente, la salud tampoco ayudó. El rey camina con muletas desde que hace cinco años inició un calvario de operaciones, fundamentalmente en las rodillas y las caderas.
La aprobación de la monarquía se encuentra en el nivel más bajo de su historia reciente. Sobre todo entre los menores de 34 años que no vivieron la convulsa transición. Los españoles dan a la corona una nota de 3,68 sobre 10, según el último dato del público Centro de Investigaciones Sociológicas de mayo del año pasado.
Juan Carlos dijo recientemente que le gustaría ser recordado como «el rey que ha unido a todos los españoles» y que «ha traído la democracia».
La renuncia al trono sigue la senda de otras monarquías europeas, incluso también de otra institución como el papado. El rey Alberto de Bélgica y la reina Beatriz de Holanda abdicaron en sus hijos el año pasado. Los procesos culminaron satisfactoriamente, al igual que en la Iglesia Católica, con la salida de Benedicto XVI y la posterior elección de Francisco.
Historias de los diarios El País y El Mundo
ABDICA EL REY DE ESPAÑA
El monarca asegura que abdicar en su hijo «es el mejor servicio a los españoles»
Rajoy: «Quiero transmitir que este proceso se desarrollará en un contexto de estabilidad»
MADRID, 2 de Junio, de 2014 (El País) No se va cuando algunos se lo pedían, en 2012 o 2013, sino cuando él ha decidido, ya recuperado de su operación de cadera en plena actividad con múltiples viajes oficiales. El Rey ha decidido abdicar para dejar paso a su hijo, que será Felipe VI. «Una nueva generación reclama el papel protagonista para afrontar con renovada intensidad los desafíos», explicó el Monarca, en un claro mensaje de cambio de ciclo.
Don Juan Carlos, según fuentes de la Casa del Rey, tomó la decisión de abdicar el 5 enero, el día de su 76 cumpleaños. Se lo comunicó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el 31 de marzo y a Alfredo Pérez Rubalcaba tres días después. Pero el secreto se mantuvo y esperó hasta hoy para anunciarlo definitivamente porque quería dejar pasar las elecciones europeas del pasado 25 de mayo para no entorpecer el debate electoral.
¿Por qué ahora? Rajoy explicó don Juan Carlos creía llegado el momento para realizar la sucesión «con total normalidad». El Rey ofreció algún detalle más: «Una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional he decidido abdicar». Esto es, el Monarca, una vez tomada la decisión, multiplicó sus actos y sus viajes de contenido económico, en especial al Golfo Pérsico. No quería dejar su puesto en plena convalecencia de sus operaciones sino en un ambiente de tranquilidad, precisamente cuando el debate sobre su abdicación, que llegó a ser muy intenso en 2013, había remitido. Con ello, según fuentes de La Zarzuela, el Rey pretendía dejar la Corona en el mejor momento posible, para facilitar la llegada de su hijo.
Así será el relevo
La Monarquía ha experimentado una levísima mejoría, según el CIS, pero sigue muy baja. Pasó del 3,68 de 2013 al 3,72 de la última encuesta de abril. Unas cifras alejadísimas de las que, hace unos años, colocaban a la monarquía como la institución mejor valorada por los ciudadanos. Ahora es la sexta.
La Zarzuela admite que ese deterioro tiene mucho que ver con el caso Nóos. La hija del Rey, la infanta Cristina, sigue imputada y a la espera de que el juez José Castro tome una decisión definitiva. Al margen de que se confirme o no su imputación, el caso Nóos seguirá dando problemas de imagen a La Zarzuela porque ahora viene la fase del juicio, la más delicada mediáticamente con una exposición máxima de su yerno, Iñaki Urdangarin.
Fuentes de La Zarzuela aseguran que se trata de una decisión «muy meditada» que no tiene que ver ni con la salud del Rey ni con la coyuntura política. Sin embargo, otras fuentes del Ejecutivo admiten que el momento político es propicio para una decisión así porque estamos a mitad de legislatura y el Rey y el Príncipe pueden contar con un sólido pacto entre PP y PSOE, que suponen más del 80% del Congreso. Nadie puede garantizar qué tipo de Cortes saldrán de las urnas en 2015, ante la evidente crisis del bipartidismo marcada por las elecciones europeas, que han colocado a los dos grandes partidos por debajo del 50% por primera vez desde 1977.
El Rey, emocionado, dio las gracias a los españoles, reivindicó su reinado ?»vuelvo atrás la mirada y siento orgullo y gratitud hacia vosotros. Habéis hecho de mi reinado un largo periodo de paz, prosperidad y progreso»? y explicó sus motivos para dejarlo, centrados en el relevo generacional. «He querido ser Rey de todos los españoles. La larga crisis económica ha dejado profundas cicatrices en la sociedad pero también abre un camino de esperanza. Todo ha despertado un impulso de renovación, de corregir errores. Una nueva generación reclama el papel protagonista, el mismo que correspondió a la mía. Merece pasar a la primera línea una generación más joven, que afronte con renovada intensidad los desafíos», aseguró.
El rey Juan Carlos I entrega a Rajoy el documento de abdicación.
Todas las instituciones cumplieron ayer su papel. El primero en dar el anuncio oficial fue el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una declaración institucional inédita en La Moncloa. El Ejecutivo es el responsable de todos los actos del Rey, a pesar de que la abdicación es una decisión personal del Monarca. Y por eso fue Rajoy quien dio a conocer el final del reinado de Don Juan Carlos después de 39 años, los que han pasado desde que juró su cargo ante las Cortes franquistas el 22 de noviembre de 1975, una monarquía que luego quedó democráticamente sancionada en el referéndum de la Constitución del 6 de diciembre de 1978. Rajoy explicó que mañana mismo se reunirá el Consejo de Ministros para aprobar una ley orgánica que, según el artículo 57.5 de la Constitución, debe regular la abdicación.
La ley, que será breve y se limitará a dar efectividad a la abdicación y no fijará el nuevo papel de don Juan Carlos ni su posible aforamiento, está pactada con el PSOE de Rubalcaba, por lo que no tendrá ningún problema para ser aprobada rápidamente por las Cortes con amplísima mayoría. La presencia de Rubalcaba, a punto de abandonar la secretaría general del PSOE, también ofrece para la Corona esta estabilidad que necesita una sucesión monárquica, ya que es una persona cercana a don Juan Carlos.
Rajoy anuncia la decisión del Rey de abdicar. / REUTERS LIVE
El Rey quiso dar al momento la máxima relevancia posible, y en su mensaje televisado cuidó todos los detalles. Le acompañaban dos fotos, una suya con su padre, don Juan, y otra en la que se veía a Felipe y Leonor, la siguiente generación, como mensaje de continuidad monárquica. Hasta en tres ocasiones habló de esa «nueva generación», el mensaje clave que quería trasladar. Y también la idea de la estabilidad, «Mi hijo Felipe encarna la estabilidad, seña de identidad de la institución monárquica», aseguró.
En enero, una vez tomada la decisión, el Rey consultó con el príncipe Felipe, después con Rafael Spottorno, jefe actual de la Casa del Rey, y los dos anteriores responsables de ese puesto. Después de comunicárselo al presidente del Gobierno, se creó un reducido equipo con representantes de la Casa del Rey y del Ejecutivo, encabezado por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para perfilar detalles técnicos. El rey encargó un informe político, jurídico y práctico sobre la abdicación.
La línea de sucesión de la Corona española
Desde 2012, cuando empezaron a acumularse los problemas de la Monarquía y el Rey alcanzó su momento más bajo de popularidad, cuando se vio forzado a pedir perdón por su viaje a Botsuana para cazar elefantes en el que se rompió la cadera, las especulaciones en el mundo político sobre la abdicación se multiplicaron hasta el punto de que se convirtió durante 2012 y 2013 en uno de los principales asuntos de debate en las reuniones políticas, aunque en sordina, nunca en público. Pero la conversación siempre acababa en el mismo sitio: «El Rey no quiere, dice que los reyes se mueren, no abdican». Él mismo lo desmintió varias veces, la última en el discurso de Nochebuena. Solo él puede tomar esa decisión, insistían los políticos. Y al final lo hizo cuando menos se esperaba.
Reacciones a la renuncia
Las reacciones al anuncio de la abdicación del Rey no han tardado en llegar, tanto de dentro como de fuera de España. Alfredo Pérez Rubalcaba, secretario general del PSOE, ha subrayado la relevancia del anuncio al subrayar que «la decisión de su Majestad el Rey de renunciar a la jefatura del Estado» es uno de los hechos políticos más importantes «desde la recuperación de la democracia». «Culmina, con esta decisión, un reinado que ha constituido un compromiso inquebrantable con la democracia y con los derechos y libertades de los españoles», ha añadido.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha elogiado la figura del Rey y ha expresado la gratitud hacia «una persona que ayudó a traer la democracia a España y a consolidarla».
Para el coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, es el momento de un referéndum para que «el pueblo decida si quiere monarquía o República», o lo que a su juicio es «monarquía o democracia». «Es la hora del pueblo, de que el pueblo decida y hable», ha asegurado el dirigente en una rueda de prensa en Madrid. En su opinión, «es inconcebible en siglo XXI seguir hablando del derecho de sangre», algo que es «incomprensible» para los ciudadanos.
En la misma línea, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha reclamado un referéndum sobre la monarquía al asegurar que «esta abdicación acelera la descomposición del régimen político de 1978». «Si el Gobierno cree que Felipe de Borbón cuenta con la confianza de la ciudadanía, debe someterlo a las urnas», ha afirmado.
Rubalcaba destaca el «compromiso inquebrantable» del Rey con la democracia
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha pronunciado sobre la renuncia tras el mensaje televisado del Rey. Pese al cambio en la jefatura del Estado, el camino hacia la consulta seguirá invariable, ha proclamado Mas. «Habrá cambio de Rey pero no habrá cambio en el proceso político que vive el pueblo de Cataluña, seguirá adelante», ha sostenido en una comparecencia en el Palau de la Generalitat. El líder nacionalista ha deseado «suerte» al heredero de Don Juan Carlos, el Príncipe Felipe, al que le ha recordado la convocatoria de la consulta: «Le deseo suerte, aciertos, y éxitos. Deseamos lo mejor para España, pero también deseamos lo mejor para Cataluña. Y lo mejor para Cataluña es poder decidir democráticamente y libremente nuestro futuro como nación».
Josep Antoni Duran Lleida ha agradecido al Rey su labor al frente de la jefatura del Estado y también ha destacado que su sucesor tendrá que lidiar con la consulta catalana.
Por su parte, el lehendakari Iñigo Urkullu ha asegurado que la decisión del Rey «abre una posibilidad de resolver la cuestión vasca que» de momento no ha hecho el ciclo de la Constitución de 1978.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha agradecido al Rey el trabajo que ha realizado por la paz, la libertad y la prosperidad «de todos los españoles» y ha añadido que, con su renuncia, «en absoluto» entrará la Monarquía en un período de inestabilidad.
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha lamentado que Juan Carlos I haya decidido abdicar. «Siento que abdique el Rey, pero esta es su voluntad y la tenemos que respetar», ha dicho. Lesmes cree que el Príncipe «será un buen Rey».
La Fiscalía General del Estado, en un comunicado, ha mostrado «el aprecio y agradecimiento de todo el Ministerio Fiscal a la persona de Don Juan Carlos, cuya trayectoria vital ha estado presidida por un incansable servicio a España» y cuyo reinado ha coincidido «con la etapa de mayor paz y estabilidad» que ha conocido el país. «Una época caracterizada por la vigencia de nuestra actual Constitución de 1978, sancionada por la rúbrica de Don Juan Carlos», añade la Fiscalía General.
«Habrá cambio de Rey pero no habrá cambio en el proceso político que vive el pueblo de Cataluña, seguirá adelante», afirma Mas
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso ha señalado que ha recibido «con emoción» la noticia de la renuncia al trono del rey Juan Carlos, a quien califica de «artífice y defensor» de la democracia. «El rey Juan Carlos I ha sido valedor fundamental del europeísmo y de la modernidad de España durante los 39 años de su reinado», prosigue el presidente del Ejecutivo comunitario. «Sin él no se entendería la España actual; personalmente y en nombre de la Comisión Europea quiero expresar mi profunda admiración por los valores que encarna; representa para todos los europeos un ejemplo en el que continuar inspirándonos», asegura Barroso.
El expresidente del Gobierno José María Aznar ha agradecido al Rey su contribución a la «reconciliación de los españoles en democracia» y ha afirmado que su decisión de renunciar al trono supone «un acto de responsabilidad y de generosidad».
Mientras, el presidente de Banco Santander, Emilio Botín, ha expresado su «respeto y gratitud» a la figura de don Juan Carlos y ha resaltado que su reinado «ha supuesto el periodo de paz y prosperidad más largo» de la historia española. «Deseo expresar nuestro más profundo respeto y gratitud a Su Majestad el Rey. El reinado de Juan Carlos I ha supuesto el período de paz y prosperidad más largo de nuestra historia», ha subrayado.
El presidente de Telefónica, César Alierta, ha destacado que Juan Carlos I ha sido el rey que abrió España al mundo desde la libertad, al mismo tiempo que ha confiado en que durante el reinado de Felipe el país alcanzará una nueva etapa de prosperidad.
Con informarción de Fernando J. Peréz, Fernando Garea, Anabel Díez, Maiol Roger, Pedro Gorospe e Ignacio Fariza
De EL MUNDO
ANA ROMEROMadrid Actualizado: 02/06/2014 16:13 horas
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Don Juan Carlos, de 76 años, se ha dirigido a la nación a través de la televisión pública [lea el discurso en PDF] para explicar los motivos de su renuncia: «Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías y con una nueva forma de enfrentar la realidad».
El Rey ha agradecido su ayuda a la Reina durante todos estos años; ha dicho que el Príncipe Felipe cuenta con la «madurez, la preparación y el compromiso necesarios» para ser el próximo jefe del Estado, y ha recordado que éste cuenta con «el apoyo de la Princesa Letizia».
Don Juan Carlos se ha despedido así: «Guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón».
Lo ha hecho con una hora de retraso y precedido del himno nacional, como en las grandes ocasiones. Apenas dos meses de que compareciera de la misma forma con motivo de la muerte de Adolfo Suárez. A la una del mediodía, dos horas y media después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, adelantara la noticia desde La Moncloa, el monarca ha hablado.
«Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando y a afrontar con renovada intensidad y dedicación los desafíos del mañana», ha señalado. «Mi única ambición ha sido y seguirá siendo siempre contribuir a lograr el bienestar y el progreso en libertad de todos los españoles».
«Quiero lo mejor para España», ha recalcado, para añadir que el Príncipe Felipe «encarna la estabilidad, que es seña de identidad para asegurar esa estabilidad».
El Rey abdica
El Rey ha tenido palabras de agradecimiento para los españoles, para las instituciones y para la Reina, «cuya colaboración y generoso apoyo no me han faltado nunca».
El anuncio de Rajoy
Dos años y seis semanas después de la caída en Botsuana, Don Juan Carlos, de 76 años, ha decidido abdicar. Lo ha anunciado Mariano Rajoy a través de una declaración institucional llena de alabanzas hacia el monarca, que ha reinado durante casi 39 años. El vacío legal le obliga a quedarse un tiempo.
Ha sido un secreto bien guardado hasta hoy. Según fuentes oficiales, el Rey empezó a pensarlo el pasado mes de enero, después de equivocarse al leer en la Pascua Militar. Se trata de una decisión estrictamente personal. La recta final comenzó en Semana Santa: desde el viaje a Oriente Medio lo ha meditado «seriamente» y lo ha transmitido a más de un interlocutor. Como Alfredo Pérez Rubalcaba, el Rey se va pero se queda. El vacío legal existente en España respecto a la sucesión hace que el monarca tenga que esperar hasta que el proceso, inédito en nuestro país, haya terminado.
Mañana, Consejo de Ministros extraordinario. Después, un proyecto de ley orgánica que ha de ir a las Cortes. La escenificación, esta mañana, estaba bien prevista: a primera hora, Rajoy ha ido a Zarzuela a presenciar la firma del decreto por parte del Rey. Después, ha convocado el Consejo extraordinario de ministros. El Príncipe llegó una hora antes de El Salvador, donde fue a presidir una toma de posesión.
Han sido 25 meses y medio muy duros: cinco operaciones quirúrgicas; el escándalo de su yerno, Iñaki Urdangarin, acusado de corrupción; la irrupción pública de la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, introductora internacional de capital y amiga íntima del monarca; más de una caída pública y privada; los rumores acerca del mal estado del matrimonio del Príncipe y su bajón en picado en las encuestas después de la debacle de Botsuana. A partir de hoy se termina el drama y comienzan los halagos.
‘El mejor momento’
En su declaración institucional, Rajoy ha anunciado que Don Juan Carlos le ha comunicado que está convencido de que es el mejor momento para que pueda producirse con toda normalidad el cambio en la Jefatura del Estado y la transmisión de la Corona al Príncipe de Asturias.
El presidente del Gobierno ha anunciado que ha convocado para mañana martes un Consejo de Ministros extraordinario para «poner en marcha las disposiciones constitucionales». Al tratarse de una abdicación, será necesario aprobar una ley orgánica, pero Rajoy ha confiado en que «en un plazo muy breve» las Cortes puedan proclamar Rey al Príncipe de Asturias.
Rajoy ha confiado en que «esta nueva página» de la historia de España se escribirá «en un clima sereno, con tranquilidad y con agradecimiento» a la figura del Rey, al que ha querido rendir homenaje como «el mejor símbolo de la convivencia en paz y libertad» de los españoles y el «principal impulsor de la democracia».
El presidente ha asegurado que la preparación, el carácter y la amplia experiencia en asuntos públicos del Príncipe Felipe constituyen una «sólida garantía de que su desempeño como jefe de Estado estará a la altura de las expectativas».
2014-06-02 14:18:27