Bagdad, 5 sep (PL) Más de 70 personas murieron o resultaron heridas por atentados con bombas en esta capital y en Kirkuk, informó hoy la policía iraquí al actualizar el balance de víctimas y reportar otros ataques de islamistas sunnitas.
Según la fuente, 11 civiles perdieron la vida y otros 35 sufrieron lesiones de diversa magnitud a causa de la explosión anoche de una bomba accionada por un suicida en un punto de control policial de Kadhimiyah, un distrito predominantemente chiita del norte de Bagdad.
Efectivos de las fuerzas de seguridad y socorristas se movilizaron hacia ese barrio capitalino que en las últimas semanas ha sido escenario de otros ataques atribuidos a «takfiristas» (terroristas sunnitas) del Estado Islámico (EI) y algunas milicias aliadas.
Casi simultáneamente, otro suicida detonó un vehículo cargado de explosivos que estaba estacionado cerca de un punto de control en la calle Saadoun del centro bagdadí, donde murieron nueve personas y 10 más quedaron heridas, además de daños considerables a viviendas, carros y tiendas.
Los ataques y enfrentamientos en Iraq se han incrementado en los últimos tres meses a raíz de la ofensiva del DAESH, acrónimo árabe del EI, que exacerbó fricciones sectarias entre musulmanes sunnitas y chiitas, ya agudizadas durante la ocupación militar de Estados Unidos (2003-2011).
Precisamente, la pasada semana un carro bomba estalló en una mezquita chiita del barrio de Jadida y provocó al menos ocho decesos y más de 20 lesionados, un hecho ocurrido días después de que un recinto religioso sunnita fue también atacado en Diyala, con saldo de 60 muertos.
Según reportó esta madrugada la televisión estatal iraquí, 16 civiles sufrieron heridas, dos de ellos de gravedad, como consecuencia de la voladura de un carro bomba frente a un establecimiento de venta de bebidas alcohólicas en el barrio de Al-Mas, de la norteña ciudad de Kirkuk.
El primer ministro saliente, Nouri Al-Maliki, llamó a intensificar las operaciones del Ejército y brigadas de voluntarios chiitas y sunnitas moderados contra los milicianos del EI, mientras su sucesor, Haider Al-Abadi, sigue el cabildeo con fuerzas políticas parar formar un Gobierno.
Al-Abadi, cuyas negociaciones con la Alianza de Poderes Iraquíes para formar el gabinete fracasaron anoche, pretende un equipo más incluyente para ahuyentar las críticas a Al-Maliki por discriminar a sunnitas, kurdos y otras minorías en beneficio de la mayoría chiita iraquí.
Un vocero de la mencionada alianza indicó que el primer ministro designado no mostró flexibilidad para responder a un documento presentado con demandas encaminadas a incluir los derechos de los sunnitas en su programa de gobierno, de ahí que declinó proponer sus ministros.
Entretanto, el ministerio de Defensa confirmó que el jefe del consejo militar del DAESH en Tal Afar identificado como Abu Alaa Al-Iraqi murió durante un bombardeo aéreo a la norteña ciudad de Mosul, la capital de la provincia de Nínive en poder de los islamistas desde el 10 de junio.
La misma fuente añadió que un ayudante de Abu Bakr Al-Baghdadi, líder del EI, también pereció en un ataque separado en la propia Mosul.
2014-09-05 11:03:25