El Cairo, 1 dic (PL) La plaza Tahrir, en el centro de esta capital, recuperó su imagen abigarrada con la reapertura al tráfico tras casi dos días cerrada por razones de seguridad, al igual que una de las estaciones del metro.
Esa zona cairota saltó a la notoriedad durante el levantamiento popular que terminó con el régimen de más de 30 años del ex presidente Hosni Mubarak y, después, la oposición contra el ahora encarcelado Mohamed Morsi.
Los alrededores del famoso cruce de avenidas, como los del apeadero del tren subterráneo Gamal Abdel Nasser, siguen bajo custodia del Ejército, desplegado desde el jueves pasado en previsión de una anunciada revolución islámica que nunca llegó a más.
Si bien la convocatoria islamista, a la que se sumó la proscrita Hermandad Musulmana (HM), tuvo un acatamiento tibio, la exoneración de Mubarak, dos de sus hijos, un ex ministro del Interior y cinco subordinados, desató una ola de rechazo popular, aun subyacente en sectores de la población.
Gamal y Alaa, dos hijos de Mubarak fueron eximidos de acusaciones de ganancias ilícitas basadas en información privilegiada, y el rico empresario Hussein salem, fugitivo de la justicia, de vender gas a Israelpor debajo de los precios del mercado a cambio de sobornos.
Zonas aledañas a Tahrir fueron escenario el sábado pasado de una protesta de miles de personas, tres de las cuales murieron, por la absolución de Mubarak y el ex ministro Habib el Adli, acusados de permitir la muerte de más de 800 manifestantes durante las concentraciones opositoras en 2011.
El fiscal general egipcio, Hisham Barakat, anunció que apelará el veredicto y formará un panel para estudiar su fundamento legal, pero el presidente Abdel Fattah El Sisi, declaró que se abstendrá de comentarlo, basándose en la independencia del Poder Judicial.
La sentencia satisfizo a partidarios de Mubarak, pero ha sido un balde agua fría para entidades participantes en las protestas que lo obligaron a renunciar y en las que después desembocaron en la defenestración del ex presidente Mohamed Morsi.
Aunque es improbable una alianza entre esas y la HM, separadas por un abismo conceptual, el rechazo a la exoneración de Mubarak puede devenir en una convergencia para la oposición al Gobierno encabezado por El Sisi, cuyo amplio respaldo podría verse lesionado.
2014-12-01 13:09:28