Por Juan Manuel Nievas
BUENOS AIRES, 31 dic (Xinhua) — Argentina cierra 2014 con un crecimiento del desempleo juvenil y con una progresiva exclusión laboral que afecta a las mujeres, alertó hoy martes un informe de la consultora local Fundación Mediterránea.
Los indicadores reflejan un nivel mínimo de participación laboral respecto a los últimos 10 años (44,7 por ciento de la población) y una tasa de empleo de 41,3 por ciento, según el reporte elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina (IERAL) de la Fundación Mediterránea.
Estos indicadores son comparables con los primeros años de recuperación económica (2004 y 2005), destacó la fundación.
En ese contexto, el IERAL remarcó que «las dificultades laborales se acentúan sobre la población joven, sobre la cual se observa una creciente tendencia hacia la inactividad laboral».
«Respecto a las mujeres, el hecho de que tanto la tasa de actividad como la de desempleo se contraigan en forma recurrente demuestra la progresiva exclusión laboral (voluntaria o involuntaria) que sufre este conjunto», subrayó.
Los autores del informe, Marcelo Capello, Laura Caullo y Gerardo García Oro, remarcaron que «aquellos países que lograron forjar mercados laborales sólidos e inclusivos lo hicieron bajo la apuesta de incorporar a la vida activa a la mayor parte de la población en edad de trabajar».
«El desafío consiste en trabajar por la transición exitosa de los jóvenes desde la escuela al mundo laboral», poner atención sobre los segmentos que suelen enfrentar mayores dificultades para tener acceso y lograr sostener en el tiempo un empleo de calidad.
«La principal diferencia que se percibe entre la participación laboral de los jóvenes en Argentina respecto a países desarrollados ocurre a partir de los 20 años de edad, con mayores falencias en el involucramiento con el mundo de trabajo entre las mujeres», compararon.
En Argentina, la participación laboral femenina entre jóvenes de 20 a 24 años de edad cayó de 58 por ciento en 2004, a 46,5 por ciento en el primer semestre de 2014, «un resultado bastante alejando de la participación laboral de 78 por ciento de las mujeres en ese rango etario en Suiza, estableció el IERAL.
Al analizar las transiciones laborales y educativas de jóvenes de 15 a 29 años en Argentina, bajo una periodicidad interanual, puede encontrarse que aquellos que «inicialmente se encontraban en un puesto de empleo formal, entre un 80 y un 88 por ciento lograron sostener dicha situación al año siguiente».
«Se trata, en este caso, del segmento juvenil con mayor acumulación de capital humano y que enfrenta menos dificultades en su tránsito hacia la vida activa», comentaron los responsables del estudio.
En cuanto a los jóvenes que inicialmente se encontraron en un empleo informal, «se observa que la mayoría de ellos accede con suerte a sostener su precarizada condición laboral, con escasas oportunidades de traspaso hacia la formalidad y con significativas tendencias al traspaso hacia el bloque de jóvenes que no estudian y no trabajan».
En ese sentido, los autores dijeron que entre los jóvenes que inicialmente declararon encontrarse desocupados, la gran mayoría de éstos cambió su situación un año después, aunque muy pocos transitaron hacia la consecución de un empleo formal».
A modo de ejemplo, se indicó que entre los jóvenes que declararon encontrarse desocupados en 2013, sólo el 14 por ciento continuó en tal situación hacia el primer semestre de 2014, 62 por ciento pasó a un empleo informal, 19 por ciento fue desplazado al segmento de jóvenes que no estudian ni trabajan y sólo 4 por ciento tuvo un empleo formal.
En general, la tasa de desempleo en Argentina es de 7,5 por ciento según datos actualizados al tercer trimestre del año, un aumento de siete décimas de punto porcentual respecto al 6,8 por ciento del tercer trimestre de 2013.
Además, la tasa de empleo no registrado, o «en negro», como se le conoce en Argentina, se ubicó en 33,6 por ciento en el tercer trimestre del año, un punto porcentual menos en la comparación interanual.
2014-12-30 23:53:10
