Manila, 18 feb (PL) Diputados y analistas políticos de Filipinas atribuyen hoy a la presidencia del país la suspensión indefinida por la Cámara de representantes de las investigaciones sobre la muerte de 44 policías en una catástrofe operación antiterrorista.
Todavía se mantiene latente aquí en la vida política y en la opinión pública la acción llevada a cabo en enero pasado para capturar al experto en explosivo malasio Zulkifli bin Hir, en la que integrantes de la Fuerza Especial de Acción (SAF) cayeron en una emboscada.
El líder de la minoría del órgano legislativo, Neri Colmenares acusó al presidente Benigno Aquino y a su renunciante jefe de la policía nacional, Alan Purisima, de engavetar el escrutinio del caso, valiéndose de la mayoría parlamentaria de la alianza gubernamental.
De momento la cámara baja dejó el asunto en manos de la Junta de Indagación de la Policía, la que, recuerda el crítico legislador, está subordinada a la presidencia y evitará que salga a la luz un resultado demasiado tóxico para el poder ejecutivo.
El analista político profesor Ramon Casiple, manifestó al diario The Manila Times la sospecha de que se quiere echar tierra a los yerros de la operación cuando la administración pasa por tiempos difíciles de pérdidas de credibilidad.
Para Gie Relova, del grupo laboral Bukluran ng Manggagawang Pilipino, todo indica que Aquino y el embajador estadounidense, Philip Goldberg, están directamente ligados a la tragedia de Mamasapano, escena del incidente, en territorio de mayoría musulmana en proceso de convertirse en región autónoma.
La SAF es un cuerpo de élite formado por asesores de Estados Unidos, formalmente bajo la jefatura de la policía nacional, pero en la práctica con mucho más poder de determinación.
También el presidente de la organización Voluntarios contra el crimen y la corrupción Dante Jiménez, afirma estar convencido de que la Cámara de Representante tiene la intención de proteger al presidente contra cualquier responsabilidad con lo ocurrido en Mamasapano.
2015-02-18 13:59:35