Internacional

Evasión y lavado de dinero, elementos nuevos en caso Nisman

Buenos Aires, 7 abr (PL) Paralelamente a la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman, emergen dos elementos nuevos, evasión impositiva y lavado de dinero, en un caso que parece hoy un laberinto sin salida previsible.

El fiscal Juan Pedro Zoni impulsa una acción por esos dos delitos en torno a la existencia de una cuenta en Nueva York sin registrar ante la autoridad fiscal del país y que, según se comprobó, era manejada por Nisman, expone el diario Página 12.

Zoni no solo pide la investigación contra el informático Diego Lagomarsino, confeso cotitular de la cuenta, sino también contra la madre de Nisman, Sara Garfunkel; la hermana del fallecido fiscal, Sandra Nisman, y contra el propio banco Merrill Lynch, de Nueva York.

Quiere avanzar también en las ramificaciones que puede tener el caso: por ejemplo, la existencia de un terreno de Nisman -tal vez a nombre de una sociedad- en Uruguay y los destinos de las transferencias realizadas desde la cuenta en Merrill Lynch.

Existe la versión -no confirmada- de que en el banco neoyorquino había más de 600 mil dólares, dinero que se usaba para inversiones inmobiliarias en Miami, en sociedad con primos del difunto fiscal. Nada de esto está declarado ni se conoce.

El objetivo está puesto en los delitos de lavado de dinero o evasión impositiva, ya que la cuenta nunca fue declarada por Nisman ni sus familiares.

La denuncia original fue presentada por la Unidad de Información Financiera (UIF), a cargo de José Sbattella, y la formulación hecha por Zoni recayó en el juzgado del juez federal Rodolfo Canicoba, quien presidía la causa por el atentado a la asociación judía AMIA que investigaba Nisman.

Quien hizo pública la existencia de esta cuenta fue la exesposa del occiso y querellante en la causa de su muerte, la jueza Sandra Arroyo.

Su objetivo al revelar esa cuestión -según sostuvo ante la fiscal investigadora Viviana Fein- fue fundamentar una sospecha: que Lagomarsino tenía relaciones económicas con Nisman y lo mató por un conflicto de dinero.

De todas maneras, un punto clave señalado por Zoni es que hay que determinar el origen de los fondos en Merrill Lynch.

Arroyo afirma que el dinero proviene de una herencia del abuelo del fiscal, algo que habrá que probar. En ese caso, se trataría de un caso de evasión, ya que Nisman -como adelantó Página/12- nunca blanqueó la existencia de esa cuenta en sus declaraciones juradas patrimoniales.

Pero si el origen de los fondos no se aclara, se estaría ante un delito más grave: lavado de dinero. Como Nisman falleció, nada se le podrá imputar y habrá que ver qué dice el Poder Judicial respecto de los cotitulares.

Mientras, se profundiza la pulseada entre Fein y Arroyo que ha minado el campo de la investigación sobre la muerte del fiscal con planteos y obstáculos a las pericias que ordena la fiscal investigadora.

La jueza querellante interpuso otro pedido de nulidad a un nuevo examen criminalístico, mientras todavía está en suspenso la junta médica para definir discrepancias entre los peritos de la investigación oficial y de la querella.

Quedan elementos todavía sin abordar en este caso, como la procedencia del lujoso auto, marca Audi, que manejaba Nisman y que no era de su propiedad.

2015-04-07 13:29:50