Internacional

Libaneses enfrentados, otra vez, por adhesión a Arabia Saudita e Irán

Beirut, 7abr (PL) Habituados a que acontecimientos regionales guíen la agenda doméstica, políticos libaneses polemizan nuevamente hoy por la acción militar de Arabia Saudita a Yemen y el reciente acuerdo nuclear de Irán, tomando partido con Riad o Teherán.

En un país donde la condición étnico-religiosa por lo general predomina sobre la nacionalidad, los musulmanes chiitas y los cristianos aliados condenan con dureza los bombardeos aéreos de la coalición encabezada por el reino wahabita contra el movimiento insurgente yemenita Ansar Allah.

Los sunnitas y el otro sector cristiano que les secunda ven un acto de valentía y firmeza en los ataques de Riad, aunque todos aseguran favorecer el diálogo para una solución a la crisis que amenaza con desestabilizar más la región del golfo Pérsico, en particular; y de Medio Oriente, en general.

El presidente del parlamento de El Líbano y líder del movimiento Amal, Nabih Berri, se ofreció para auspiciar un diálogo que -aseguró- desean todas las partes ligadas al conflicto, a saber, Irán, Arabia Saudita, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y la insurgencia yemenita.

Berri llamó a Omán, único miembro del CCG que declinó participar en los bombardeos a Yemen, a albergar la eventual ronda de pláticas, aunque dijo estar dispuesto a organizar sesiones de diálogo similares a las que promueve entre los movimientos Hizbulah (resistencia chiita) y Mustaqbal (sunnita).

Hizbulah, Amal y las demás organizaciones que forman el bloque parlamentario 8 de Marzo defienden la tesis de que la crisis yemenita no tiene solución militar, presionan por un diálogo y consideran ilegal la escalada de bombardeos aéreos de la coalición comandada por el reino wahabita.

En esa línea se pronunció el bloque Lealtad a la Resistencia al condenar la que calificó de guerra agresiva saudita contra Yemen «en tándem con Estados Unidos», y advertir de sus peligrosas repercusiones en toda la región, mientras Mustaqbal (Futuro) denunció una supuesta influencia iraní en la zona.

A comienzos de mes, el líder del Movimiento Patriótico Libre y candidato presidencial, el cristiano maronita Michel Aoun, calificó de ilegal la acción saudita porque viola las cartas de la ONU y de la Liga Árabe en lo tocante a intervenir militarmente en un país para interferir en sus asuntos.

El conflicto en Yemen desató controversias en El Líbano por la neutralidad que esgrimió el primer ministro Tamam Salam en su discurso ante la cumbre de la Liga Árabe en Sharm El-Sheikh, al punto de que Hizbulah, que es parte del Gobierno, advirtió que no constituía una postura institucional.

Respecto al acuerdo interino de Irán con seis potencias mundiales sobre su programa atómico, mientras Hizbulah y sus aliados lo saludaron como una victoria de la diplomacia iraní, el líder de Futuro, Saad Hariri, se alineó con Riad al expresar preocupación por una supuesta amenaza de Teherán.

Miembros de la jerarquía cristiana maronita, como el obispo Samir Mazloum, manifestaron su esperanza de que el pacto nuclear se refleje positivamente en la crisis presidencial que atraviesa esta nación, atribuida a falta de consenso interno condicionado por la rivalidad entre Arabia Saudita e Irán.

Por su lado, a la par de la felicitación de Berri al líder supremo de la Revolución islámica, ayatolah Ali Khamenei, y al presidente iraní, Hassan Rouhani, Samir Geagea, jefe del partido Fuerzas Libanesas y candidato a la presidencia por el bloque 14 de Marzo que lidera Futuro, fue menos optimista.

Geagea se pronunció a favor de que el pacto nuclear alivie tensiones en la región, pero opinó que los libaneses no deben creer que se reflejará positivamente en ellos, particularmente en la elección del jefe de Estado.

2015-04-07 13:49:27