BRASILIA, 30 abr (Xinhua) — La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que su gobierno se opone a la ampliación de la llamada tercerización laboral (subcontratación), como lo propone la iniciativa de ley aprobada la víspera en la Cámara de Diputados.
«La reglamentación precisa mantener la diferenciación entre actividades en los diversos ramos de la economía», afirmó la mandataria en vísperas del Día de los Trabajadores.
Sostuvo que está consciente de la necesidad de «reglamentar el trabajo tercerizado», pero no se debe hacer en contra de la «protección y garantía de salario digno» de millones de trabajadores.
La funcionaria se pronunció por primera vez de manera pública sobre el tema, al recibir a dirigentes de las principales centrales sindicales del país en la sede presidencial en la ciudad de Brasilia.
Rousseff indicó que es necesario que los trabajadores conserven la garantía de sus derechos y evitar la pérdida de recursos en la recaudación.
Resaltó que el gobierno acompaña el debate en el Congreso Nacional de Brasil, por lo que hará todo lo necesario para que se mantengan los «derechos y garantías» de la clase obrera.
Brasil cuenta en la actualidad con 45 millones de trabajadores con empleo formal, de los cuales 33 millones son empleados directos y 12 millones tercerizados o subcontratados.
La iniciativa aprobada por la Cámara de Diputados ha pasado ahora al Senado para ser analizada y en su caso aprobada.
La propuesta de ley contempla la tercerización en cualquier actividad, lo que de acuerdo a los opositores al proyecto puede afectar derechos laborales y salarios.
Opositores al proyecto sostienen que si el Senado la aprueba, ocasionará con ello un aumento considerable de trabajadores en condiciones precarias de contratación.
Este tipo de relación laboral con terceros se permite actualmente en actividades como servicios de limpieza y seguridad.
La Central Unica de Trabajadores (CUT) de Brasil anunció que emplazará a una huelga general en caso de que avance el proyecto laboral. Fin
2015-04-30 17:43:19