Internacional

Combate a las drogas, reclamos de un nuevo enfoque

Por Waldo Mendiluza

Naciones Unidas (PL) La guerra contra las drogas a escala mundial parece lejos de un final victorioso, escenario ante el cual crecen en Naciones Unidas los reclamos de un enfoque al flagelo más centrado en la prevención y el ser humano.

Desde los cinco continentes llegan aquí pedidos de enfrentar el problema del narcotráfico y su devastador impacto político, social y económico a partir de posturas integrales, sin dogmas y bajo el principio de la responsabilidad compartida de los estados.

De cara al objetivo trazado de realizar el año próximo una sesión especial de la Asamblea General de la ONU, dedicada al fenómeno mundial de las drogas, el órgano que agrupa en igualdad de condiciones a sus 193 países miembros celebró aquí en mayo un foro preparatorio.

Ministros, diplomáticos y expertos volvieron a coincidir en la urgencia de asumir nuevos compromisos, que incluyan una mayor cooperación, asistencia a las personas afectadas por el abuso de estupefacientes y neutralización de la delincuencia transnacional organizada.

«Enfrentar las drogas constituye una urgencia y un imperativo (…), al igual que dirigir los esfuerzos hacia la prevención y el tratamiento a los golpeados por las adicciones», afirmó en la instalación del debate el presidente de la Asamblea en su 69 período de sesiones, Sam Kutesa.

De acuerdo con el diplomático, existe consenso global acerca del daño que los delitos asociados a los narcóticos causan a la sociedad, la economía y el Estado de Derecho, además de las amenazas que representan en materia de salud, seguridad y estabilidad.

Ante tan retador panorama, deben integrarse la prevención de delitos y la justicia criminal a la agenda post-2015 de desarrollo sostenible, opinó.

DATOS Y REALIDADES

En su más reciente reporte sobre la situación global de los narcóticos, la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (Unodc) señaló que en 2012, entre un 3,5 y un siete por ciento de la población mundial con edades de 15 a 64 años consumió sustancias ilegales, lo que representa hasta 325 millones de seres humanos.

Corrupción, violencia, muerte, enajenación y grandes recursos invertidos en combatir el problema constituyen parte del impacto del mismo en la sociedad.

Cifras de la propia Unodc reflejan más de 180 mil fallecimientos anuales por situaciones relacionadas con los estupefacientes, que en sus versiones inyectables constituyen un riesgo adicional, por la transmisión de enfermedades como el VIH/Sida y la hepatitis.

Para el ministro de Justicia de Jamaica, Mark Golding, no menos peligroso es la manera tradicional de lidiar con todo esto.

Las posiciones encapsuladas en la represión muestran pocos éxitos, la guerra no ha logrado erradicar la producción ilícita, el tráfico y la distribución de estupefacientes, más bien esa visión es responsable de lamentables dificultades, precisó.

El funcionario advirtió que semejante acercamiento al flagelo facilita el enriquecimiento y el poder de las organizaciones criminales transnacionales, oprime a los pueblos indígenas, y aliena y criminaliza a los jóvenes.

«Con nuestro estrecho enfoque, hemos afectado el desarrollo sostenible, la democracia y el Estado de Derecho en muchas naciones del planeta», alertó Golding, para quien solo un tratamiento integral del tema puede revertir el actual escenario.

PROPUESTAS LATINOAMERICANAS

Colombia, México y Guatemala son algunos de los países latinoamericanos golpeados por el problema de las drogas y fenómenos asociados, entre ellos la violencia, ante los que abogan por cambios en la manera de combatirlos.

El ministro colombiano de Justicia y Derecho, Yesid Reyes, advirtió que pese al medio siglo de establecido el régimen internacional de fiscalización de estupefacientes, siguen vigentes grandes desafíos, como preservar la salud de las personas.

Tenemos avances importantes, pero estamos lejos en el planeta de alcanzar ese utópico objetivo de un mundo libre del flagelo, lo cual convoca a un balance sincero dirigido a evaluar los éxitos, los incumplimientos y los retos, dijo.

Reyes propuso 12 puntos que a juicio de Colombia deberían marcar la nueva estrategia global para enfrentar el fenómeno, que por décadas ha golpeado de forma particular a la nación sudamericana, a partir de los cultivos ilícitos y el desarrollo de poderosas organizaciones criminales, algunas de ellas capaces de declararle la guerra al Estado.

La iniciativa incluye situar a los seres humanos en el centro de las políticas de drogas, armonizar las mismas con los compromisos de derechos humanos, abordar el consumo de narcóticos desde la perspectiva de la salud y reconocer la autonomía de los países a la hora de ajustar el combate a sus realidades y necesidades.

Asimismo, aboga por una participación activa de todo el sistema de la ONU, revisar la clasificación de las sustancias, descriminalizar el abuso, perseguir de manera más efectiva la delincuencia organizada transnacional y preservar el medio ambiente.

Según el ministro colombiano, también resultan vitales las medidas alternativas al encarcelamiento por delitos menores relacionados con los estupefacientes.

Esperamos que la sesión especial de la Asamblea General, prevista en 2016, para analizar este problema mundial permita trazar nuevas metas y herramientas, subrayó.

También el secretario de Gobernación (Interior) de México, Miguel Ángel Osorio, llamó a revitalizar la lucha anti-drogas, sobre la base de las responsabilidades comunes y compartidas.

Debemos evaluar las estrategias y realizar ajustes, que incluyan la prevención, el bienestar de las comunidades y los derechos humanos, estimó.

Por su parte, el vicecanciller guatemalteco, Rodrigo Vielmann, llamó la atención sobre problemas vinculados estrechamente a las drogas, como el tráfico de armas y el lavado de dinero.

Los mismos ratifican la importancia del enfoque integral, la cooperación y el reconocimiento a la necesidad de adaptar las respuestas a los escenarios locales, expuso.

El foro de la Asamblea General de la ONU reiteró que los estupefacientes constituyen una amenaza mundial, de la cual nadie está exento, y por tanto la cooperación y la acción concertadas resultan claves.

*Corresponsal jefe de Prensa Latina en Naciones Unidas.

2015-05-13 13:44:36