Asunción, 28 may (PL) Un intenso debate se mantiene aquí debido al impacto causado por la participación de Carlos Sánchez, con orden de detención por lavado de dinero, en una reunión política efectuada en la residencia presidencial.
Sánchez, conocido como «Chicharó», está acusado de vínculos con el narcotráfico, fue condenado a prisión en Brasil por lavado de dinero, tiene la misma imputación en Paraguay y es diputado suplente del gobernante Partido Colorado.
El individuo fue detenido posteriormente por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) pues tenía hace meses orden de aprehensión y un juez ordenó la ocupación de varias viviendas, una hacienda y una avioneta inscriptas a su nombre.
Sin embargo, la ejecución de la captura fue apagada al divulgarse que, 24 horas antes, fue recibido en la residencia del mandatario junto con el diputado Marcial Lezcano por Basilio Núnez, asesor político del presidente Horacio Cartes.
Medios de prensa y legisladores de la oposición o disidentes del coloradismo criticaron duramente la víspera la mencionada reunión celebrada a pesar del riguroso sistema de seguridad existente en el lugar y por la connotación que tuvo la presencia de «Chicharó».
Las críticas son dirigidas contra Núñez, el ministro de la Senad, Luis Rojas, y hasta contra el presidente Cartes por la presencia allí de un connotado transgresor de las leyes que, además, debía estar a esas horas tras las rejas.
Para colmo, en la presentación ante el juez que ordenó su prisión en la Penitenciaría Nacional, Sánchez no ahorro epítetos contra el ministro del Interior, Francisco de Vargas, y contra Rojas, acusándolos de recibir dinero del narcotráfico.
El episodio, que incluyó también las muestras de estrecha amistad de Lezcano con Sánchez, deviene otro aporte a la discusión pública desatada por las denuncias de infiltración del narcotráfico en la vida política y en las instituciones del Estado.
2015-05-28 13:34:18