Naciones Unidas, 10 jun (PL) El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, señaló hoy que espera lograr con las consultas en curso sobre el conflicto en ese país levantino elementos para una salida política.
Desde el pasado 5 de mayo, el diplomático y su adjunto, Ramzy Ezzeldin Ramzy, han celebrado en Ginebra encuentros por separado con el gobierno sirio, grupos opositores y actores regionales e internacionales.
Tenemos expectativas de que en unas semanas podamos presentarle al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, criterios valiosos para aportar a la solución negociada del conflicto, en aras de detener este inaceptable derramamiento de sangre, precisó en un comunicado.
Según de Mistura, él y Ramzy han conversado con representantes gubernamentales, de unas 40 organizaciones del país árabe -incluyendo la llamada oposición armada- y de 26 países de la región y miembros del Consejo de Seguridad.
Para el enviado especial, queda claro que es hora de ponerle fin a las hostilidades, a las cuales se atribuyen más de 220 mil muertos y millones de desplazados internos y externos.
La crisis estalló en marzo de 2011, y se caracteriza en la actualidad por el accionar de extremistas y mercenarios apoyados desde el extranjero con armas,FINANCIAMIENTO , respaldo político y mediático, y movilidad, de cara al objetivo de potencias occidentales y sus aliados árabes de lograr un cambio de régimen en Damasco.
El proceso de consultas tiene como centro explorar vías de implementación del Comunicado de Ginebra, pactado en 2012, que promueve la formación de un gobierno de unidad nacional.
Para Damasco, el fin del conflicto pasa por detener el terrorismo desatado desde el exterior contra el pueblo levantino, así como por el cese del apoyo a los extremistas, claves para facilitar un diálogo inclusivo entre sirios, sin injerencia foránea.
Por su parte, occidente, sus aliados regionales y la llamada oposición armada interpretan el Comunicado de Ginebra como un proceso que deja fuera del futuro político del país al presidente Bashar al Assad, una postura denunciada por intervencionista y contraria a la soberanía nacional.
Estas marcadas diferencias han impedido el éxito o al menos avances concretos en anteriores intentos de buscar una salida negociada a la crisis.
2015-06-10 13:22:16