Internacional

Pendiente tregua bilateral en Colombia

Por Adalys Pilar Mireles

En medio de las balas no es posible la paz, detener el fuego de manera total es un tema ético y humanitario, manifestó la abogada Piedad Córdoba en su cuenta de Twitter.

La excandidata presidencial Aída Avella instó igualmente a silenciar todos los fusiles para detener la escalada de violencia y blindar las pláticas entre el ejecutivo y las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), llamado al que se sumó también el alcalde bogotano, Gustavo Petro.

El panorama actual, dominado por una espiral violenta tras la reanudación de los bombardeos aéreos a las FARC-EP y la suspensión de la pausa bélica decretada anteriormente por esa agrupación, suscita escepticismo en relación con el futuro de los esfuerzos a favor de la distensión.

Según analistas el incremento de las acciones bélicas en las últimas semanas pudiera tener efectos directos en la mesa de concertación con sede en Cuba desde 2012, donde equipos gubernamentales y de las FARC-EP intentan hallar una salida negociada a la confrontación.

Y aunque las dos delegaciones expresaron públicamente su confianza en tales pláticas, el hecho de dialogar en medio del conflicto añade elementos de tensión al proceso, de por sí complejo.

La tregua bilateral solución planteada por organizaciones campesinas, estudiantiles, movimientos sociales, congresistas y ciudadanos de a pie, ha sido descartada por el Gobierno, el cual condiciona tal opción a acuerdos futuros en La Habana.

En tanto los insurgentes han reiterado su disposición para sumarse a una paralización completa de los actos combativos.

La muerte de 11 efectivos del Ejército a mediados de mayo en el departamento de El Cauca durante un enfrentamiento con integrantes de esa fuerza rebelde disparó la escalada militar, con la reactivación de los ataques aéreos contra los campamentos guerrilleros.

Como resultado las FARC-EP abandonaron la pausa ofensiva, iniciada de manera autónoma en diciembre de 2014, al considerarla insostenible en las condiciones actuales, debido al incremento de los operativos en su contra.

Adicionalmente a las complejidades en la propia mesa de encuentros, la intensificación de la conflagración genera inquietudes e incertidumbre por sus implicaciones para los pobladores e incluso para los propios diálogos.

El coordinador de Naciones Unidas en Colombia, Frabrizio Holchschild, exhortó en fecha previa a revaluar el actual modelo de platicar en medio del conflicto y recordó que tal variante fue acordada para un período de un año, sin embargo las conversaciones duran casi tres.

Tenemos que parar esta guerra ya, subrayó Aída Avella al pronunciarse sobre el tema.

La máxima dirigente del partido Unión Patriótica (UP) recordó que el presidente Juan Manuel Santos fue reelecto bajo la promesa de encontrar la paz.

Los movimientos de izquierda vamos a exigirle que cumpla con su palabra, enfatizó.

En medio del hostil panorama los líderes del Frente Amplio por la Paz organizan una gran jornada de movilización para finales de julio, con el objetivo de respaldar las pláticas entre las partes beligerantes y demandar la instauración de la tregua bilateral.

Tal medida aliviará a la población civil y generará optimismo en torno a las conversaciones en la capital cubana, consideran los promotores de la iniciativa.

Esa alianza está integrada por UP, el Partido Comunista Colombiano (PCC), Marcha Patriótica, Poder Ciudadano, el Polo Democrático Alternativo y otros grupos sociales y políticos.

La exacerbación del ambiente de guerra con la estrategia de ataque y contraataque funciona como un sinsentido y transmite mensajes contradictorios sobre el proceso pacificador, declaró a Prensa Latina el secretario general del PCC, Jaime Caycedo.

2015-06-18 13:43:58