Panamá, 4 ago (PL) Un nuevo fracaso para frenar el proceso judicial en su contra tuvo el expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), a quien el Tribunal Electoral volvió a desaforar, decisión que sus abogados pudieran apelar hoy.
«Mientras no se agote este proceso, no se debe remitir ese expediente a la Corte», aseguró al diario La Prensa uno de los defensores, Dimas Guevara.
La Corte Suprema de Justicia (CSJ) investiga al exgobernante por la intercepción ilegal de comunicaciones personales.
Sin embargo, su partido Cambio Democrático (CD), del cual es presidente, realiza elecciones internas y ello protege a su directiva de responder ante tribunales, excepto que se elimine tal prerrogativa, como ocurrió.
El pleno de la CSJ abrió la causa penal por la supuesta comisión de los delitos contra la administración pública, la inviolabilidad del secreto y derecho a la intimidad por espionaje electrónico.
El Ministerio Público (MP) probó que se interceptaron las comunicaciones de unas 150 personas, entre empresarios, periodistas, religiosos, dirigentes de la sociedad civil y políticos opositores al gobierno de Martinelli.
Un centro automatizado adquirido en secreto a la entidad israelí M.L.M., desapareció en el cambio de gobierno, pero la documentación prueba su compra, además de que declaraciones de testigos y grabaciones demuestran las escuchas y la irrupción en la privacidad de las víctimas.
Por este caso guardan prisión preventiva Gustavo Pérez y Alejandro Garuz, integrantes del Consejo de Seguridad Nacional en esa etapa, mientras que son buscados por la justicia Ronny Ramiro Rodríguez y William Pittí.
Mientras, Martinelli salió de Panamá desde hace seis meses, en lo que algunos denominan irónicamente un autoexilio, y la expectativa del proceso se centra actualmente en el momento que sea requerida su presencia física por lo que deba retornar al país voluntariamente o mediante la policía internacional.
Otra investigación relacionada realiza el MP tras una denuncia de La Prensa que involucra al cuñado del exmandatario Aaron Mizrachi con la compra a la también israelí NSO Group de un segundo equipo de espionaje electrónico para recoger conversaciones, fotos, textos y el tráfico en Internet.
En este caso, el rotativo refiere una triangulación que incluyen bancos panameños, estadounidenses e israelíes, y se pagó desde la cuenta del exvicepresidente Felipe Virzi (1994-1999) a la empresa Caribbean Holding Services, ligada a Mizrachi, quien salió del país cuando se destapó el escándalo.
Virzi está bajo reclusión domiciliaria, mientras se investiga su participación en otros dos hechos de corrupción durante la administración de Martinelli, de quien fue un cercano aliado.
2015-08-04 14:11:49