Washington, 8 sep (PL) El líder de la minoría demócrata en el Senado estadounidense, Harry Reid, se mostró hoy optimista sobre la posibilidad de bloquear los esfuerzos republicanos para revertir el acuerdo nuclear con Irán suscrito por la administración de Barack Obama.
Reid afirmó que Estados Unidos «mantendrá su compromiso» -adquirido en julio tras el trato de Viena entre seis potencias mundiales y Teherán- y «vamos a aprovechar esta oportunidad para impedir que Irán obtenga un arma nuclear».
El legislador advirtió que desechar el pacto -tal como pretenden sus colegas republicanos, pese a que las encuestas de opinión indican apoyo mayoritario al mismo- favorecería el eventual desarrollo de un arma nuclear en la nación persa.
Por su parte, los republicanos -y congresistas cercanos al lobby judío en Washington- consideran que el acuerdo no garantiza la no obtención de una bomba por parte de los iraníes, quienes han insistido en los propósitos pacíficos de su programa nuclear.
Este martes, el senador demócrata Joe Manchin (West Virginia) anunció que votará en contra del acuerdo sustentado por la Casa Blanca.
Los otros tres opositores al entendimiento en la bancada senatorial del partido azul son Robert Menéndez (New Jersey), Charles Schumer (Nueva York) y Ben Cardin (Maryland), la figura de más alto ranking en su partido dentro del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta.
En tanto, no se han manifestado al respecto otros cuatro demócratas: Richard Blumenthal (Connecticut), Maria Cantwell (Washington), Gary Peters (Michigan) y Ron Wyden (Oregon).
Hasta ahora, los demócratas ya aseguraron el respaldo a la capacidad de veto de Obama -con más de 34 votos-, lo que asegura que los republicanos no alcancen dos tercios de la Cámara- ante cualquier iniciativa contraria al acuerdo por parte de sus adversarios en el Legislativo.
El próximo objetivo de los correligionarios de Obama sería llegar hasta 41 votos de respaldo al pacto internacional, con lo cual impedirían mediante tácticas dilatorias -filibusterismo- que prospere una votación definitiva sobre este tema en el Senado.
En tal contexto, Raid opinó que el apoyo de la mayoría de su caucus será suficiente para abortar los objetivos republicanos, empeñados en mantener las sanciones económicas contra Teherán, que a sus ojos una amenaza directa para los intereses de estados Unidos en Medio Oriente y, sobre todo, para su principal aliado en esa región, Israel.
La retórica republicana no solo trasmite escepticismo sobre los términos del trato -que prohíbe a Irán el desarrollo de arma nuclear y prescribe inspecciones de expertos internacionales a sus instalaciones durante los próximos 15 años-, sino que proclama la inminencia de una agresión por parte del país persa.
«Con la eliminación de las restricciones sobre el programa de misiles balísticos de Irán, este acuerdo le dará a Irán los medios para lanzar un ataque nuclear contra el territorio estadounidense», afirmó este martes el exvicepresidente Dick Cheney en un discurso en la sede del American Enterprise Institute.
Las advertencias apocalípticas del número dos de George W. Bush -el adalid de las guerras en Afganistán e Irán durante su pretendida cruzada contra el terrorismo- agregó: «No sé de ninguna nación en la historia que se haya acordado garantizar que los medios de su propia destrucción estarán en manos de otra nación, en particular una que le es hostil».
«Los resultados podrían también ser catastrófico», opinó.
Obama ha defendido la funcionalidad de un acuerdo que mantendrá los ojos sobre Teherán por 15 años y que -desde su punto de vista- permitirá a Washington tener en el futuro más información sobre sus proyectos nucleares y contar con legitimidad internacional -e incluso justificación- para evitar que Irán consiga ese tipo de armamento.
2015-09-08 13:42:15